miércoles, 31 de diciembre de 2008

Hoy dicen que se acaba el año 2008



Donde yo duermo, esta noche, a pesar de que dicen estar en crisis, millones de euros se convertirán en humo. El pueblo sale a las doce en punto en masa a la calle, borrachos entero y los moderados medio, a lanzar los cohetes que legal o legalmente se han comprado. Dura escasos minutos. Es una eyaculación colectiva de ruido y luces que como los malos orgasmos pide a mas, que no llega. Luego aquí y allá se oirá alguna ambulancia para trasportar a los hospitales a los que se queden sin mano y/o ojo. Cada año unos cuantos. Mas tarde, si no pasa nada, seguiremos bebiendo para despertar el mismo año con dolor de cabeza y resaca.
Excelente. Todo un síntoma de civilización y desarrollo.
Pero a lo que íbamos, ¿ya ha pensado que promesas va a hacer para no cumplir el año que viene? ¿Ya se ha prometido que va a mejorar su vida, tomar menos chocolate, beber menos rioja, hacer mas deporte, aplicarse mas en cualquier cosa...? ¡Son ustedes la remonda!
Si pudiera cambiar de paraíso me iría unas horas a algún lugar del mar a pasar el fin de año con los peces que no se enteran de tamaña imbecilidad. Hoy es igual que mañana. Pero ¿quien es el gilipollas que se va a la playa cuando esta nevando?.
Disfrutelo. De los viajes de mañana, no de lo que no existe, el fin de año.

Hoy dicen que se acaba el año 2008


Podría haberse acabado ayer o hace veinte días. Lo que usted quiera. Se acaba hoy. Nos hemos puesto de acuerdo o aceptado la norma de que hoy es el ultimo día del año. Antes tenia algo que ver con las fases del sol. Luego lo convertimos en religión. Hoy nos guiamos por el calendario y las burbujas del cava. O si usted tiene dinero y no sabe lo que hacer con él, champagne francés.
Bien, se acabo. Menuda hazaña. Mañana cuando se levante, le deseo que no lo haga con reseca ya que comenzara el año mal. No tendrá absolutamente ninguna consecuencia para el resto del año excepto en su cabeza, que le dolerá. Se sentirá mal. Incluso, dependiendo de su neurosis, se sentirá peor.
A lo que íbamos, ¿y luego qué?. ¿Ya tiene planes para el año que viene?. ¿Sabe a donde quiere ir a navegar? ¿Se ha enterado de lo que le van a robar por el atraque del bote con el argumento todo sube? ¿Ya ha pensado que arreglo y/o reformas de la lista de mil cuatrocientos va a no realizar como siempre? ¿Ha pensado que artilugio de la lista de mil deseos se va a comprar a pesar de que no lo necesita para nada?
Como lo ve vamos a empezar otro año del calendario y seguimos como siempre. Sea inteligente y ahorrese deseos y promesas que no va a cumplir. Su barriga en 2009 solo disminuirá si martiriza el cuerpo y deja de beber, y usted sabe igual que yo que estamos demasiado ocupados para estas pequeñeces. Mejor dedicarse a lo que nos consuela de tanta imbecilidad reinante: navegar.

domingo, 28 de diciembre de 2008

En navidad tampoco hay que quedarse en casa


Con la argumentacion de adquirir algún que otro regalo fuimos de compras a Amberes. Una disculpa como otra cualquiera para volver. No había un alma por la carretera. Se nota que en navidad se viaja menos. Deberiamos habernos quedado en casa, pensamos al llegar. ¡Qué romería! El centro estaba tomado por una multitud ansiosa que arrastraba paquetes de uno a otro comercio. ¿Crisis? ¿Qué crisis?
Ni tiempo tiene para esperar a las rebajas del día 4 de Enero. Los belgas tiene un sistema de rebajas muy curioso, que ya no se lleva en la moderna economía europea. Las rebajas están prohibidas todo el año y solo en determinadas fechas tiran la casa por la ventana con sus famosos “soldes” a los que también acuden en masa los holandeses. El resto del año no hay gangas. Esta vez tampoco, lo que nos evito maltratar el monedero.
Para compensar pateamos las calles rumbo el sur – Antwerpen Zuid- lugar de moda según las guías modernas. Yo los llevaría a otro sitio.Se lo contare uno de estos dias. Modernos si los hay. Bares, también. Algún que otro gran café merece la pena verlo. Poco mas. De golpe. De hambre. Nos dimos de bruces con la brasseria de moda. Nos enteramos cuando llegamos a casa y consultamos la guía de la biblioteca. Les juro que se come bien. Precio barato. Camarero amable. Publico de negro. No molestan. Decoración parisina. Grandes espejos para verse y ser visto. Puede mirar a la prójima y a la de enfrente sin que se enteren. Canal, Leopold de Waelplaats 2. Teléfono 03-2372700. The place to be, según las guías. Por cierto, no se lo cuente a nadie: Tiene wifi gratuito.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Teoría sobre la destrucción del mar y el viento


Primero nos destrozaron Astano. Ahora le llaman Navantia pero no es lo mismo. Mandaron a la miseria intelectual a cientos de ferrolanos con el aplauso de los sindicatos. Dinero les pagaron. Se creyeron que en casa, sin nada que hacer, cumplían el sueño de todo españolito: vivir de gorra.
Las visitas al psiquiatra no se cuentan. El alcohol se convirtió en Nilo desbordado. Las otras miserias mejor no contarlas. Todavía duelen.
Dejaron de hacer lo que sabían. Barcos. Moles de acero para cruzar el oceano.
Cuando vino el hambre, todo se acaba hermano, se encontraron que no les dejaban hacer lo que desde siglos hacian, lo único que sabían: barcos.
Lo mismos, los de antes, decían que no se podía. Había que seguir chupando de la limosna del contribuyente. Si trabajar ya se nos olvido, hay que seguir viviendo de algo.
Como algo es mejor que nada, se sintieron satisfechos y volvieron a votar a los de siempre, los de antes, los de ahora, los mismos, el partido de los maestros. Listillos poseedores de océanos de miseria intelectual y humana escondidos detrás de las siglas psoe.
Ahora, cuando podíamos librarnos de la dictadura del viento , como cuando dotamos al primer barco de un motor para cruzar los océanos, cuando podíamos sacarle dinero a las suradas y nortadas que nos maltratan, van ellos, los mismos, los de siempre, los maestrillos, traicionando una vez más al país intentan vender el negocio al capital mesetariomediterraneo por un puñado de votos.
Miserables.

La mejor plaza de Barcelona


Volví a Barcelona. Vuelvo demasiado. Es siempre lo mismo. Cada metro que recorres descubres que ha vuelto a cambiar.
Lo que no cambia es la mejor plaza que hay. La de El Rey. El, con mayúscula. Rey deberían de escribirlo con i latina. De imbécil. Pero mejor es no meterse con los otros, mas imbéciles, que todavía no se han enterado que en los países civilizados y democráticos el pensamiento no tiene fronteras y el respecto a la opinión del prójimo tampoco. Pero para eso no voy a Barcelona, que aunque les pese, queda en territorio de democracia bananera.
A la plaza, si. Allí, de mañana, sin nadie, te sientas a tomar un café en la única terraza que hay, esperas a que llegue el guitarrista que día si y otro también te deleita el oído y el espíritu, te lees lo que más te guste, contemplas el cielo o los turistas que pasan, le escribes cartas a la novia/o, mintiéndole que la/o echas mucho de menos, dejas pasar el tiempo, otro café, ya van cinco, dame una cerveza, ya sé porque volví a Barcelona.

martes, 23 de diciembre de 2008

¿Tienda de techo o tienda de camping?



Les conté que vendí la autocaravana . Lo que no quiere decir que nos hemos quedado parados. Nos hemos vuelto a poner en movimiento con energía. Confirmando – comprenderán que tengo que justificar las elecciones- la idea de que a mayor tamaño menos movilidad. El lujo y la comodidad no son compatibles con el nomadismo, lo que me va. Hoy aquí, mañana más lejos.
Para seguir en el intento retomamos la furgoneta que ya teníamos y nos pusimos manos a la obra: hay que reacondicionarla ya que no cabemos en ella.
Chupamos horas detrás del ordenador, viajamos a alguna tienda de tiendas y seguimos dando vueltas


Después de contemplar algún todo terreno con una tienda en el techo, se nos antojo que aquello era el sumo de la movilidad. Visitamos sites, miramos precios, nos maravillamos de lo que se puede pedir por un trozo de lona pegado a una barra de aluminio. Encontramos competidores a precios asequibles, descubrimos que no éramos los únicos que lo pensaron. Volvimos a mirar fotos. Seguimos con la duda



Después de leer en todo tipo de grupos de discusión – donde suelen opinar los que no tienen experiencia- nos seguimos quedando con la pregunta madre: ¿Es una tienda de techo un instrumento para aumentar su movilidad o sirve exactamente lo mismo una tienda de instalación rápida? 800 euros en version aerea versus 89 en Decathlón. ¿Hay alguien que me ayude a dar una contestación racional?

Viva el poliester


Aprovechando que me he tomado una semana de vacaciones para no hacer nada, nada, ataque la cartera comprándome unas cuantas revistas de barcos. Un desperdicio. Si es verdad lo que cuentan el mundo está lleno de masoquistas.
En una nos cuentan como reparar la ruptura del timón. La otra nos ofrece un curso intensivo de pintura marina. La moderna no solo te dan un curso sobre como liarte con todo tipo de nudos que jamás usaras – ni necesitaras- si no que ofrece el último grito en limpiezas de todo tipo de motores, filtros, y tanques de gasoil. La clásica trae una comparativa de aceites para madera y su concurrente nos explica el arte de barnizar y cual usar.
Quede agotado de tanto ejercicio. Ahora sé porque me deshice de mi precioso barco de madera de roble y vendí mi yate de acero al mejor postor. Para no tirarme horas manteniéndolos y usar el tiempo libre para navegar.
Por eso me perdonen el exabrupto: Viva el poliéster.

lunes, 22 de diciembre de 2008

A Palma, castillo de


Esta enfrente. Del otro. El hermoso. El mítico. El que se lleva la fama. San Felipe.
Era la mole que asustaba cuando llegabas a Ferrol. El primo Zumosol que ensenaba musculo y fiereza.
No debe valer gran cosa ya que se lo vendieron unos empresarios que soñaron con convertirlo en hotel. De momento se quedaron en el intento. Posiblemente no de la cosa de mas. Les estropearon la perspectiva tras la construcción del puerto exterior de Ferrol.
Hace tiempo fue cárcel militar. Allí se pudrió Tejero algunos años, pocos, hasta que algunas almas poco democráticas se apiadaron de él.
Sirvió de lugar de marisqueo para militares ociosos. Ahora sigue allí. Pudriendo el granito sin que le den el valor que tiene.

domingo, 21 de diciembre de 2008

San Felipe


Volví este verano. San Felipe, castillo de. En la entrada de la Ría de Ferrol. Frente al otro castillo. Mas bunquer, menos vistoso. Dice la historia que antiguamente cerraba la boca de la Ría de Ferrol con cadena y cañonazo. Poco pudo usarse, ya que cuando los hijos de la Gran Bretaña lo intentaron se les ocurrió la mala idea de hacerlo por la playa de Doñinos para morir ahogados en el intento. Lección dos: No se puede hacer guerras para ganar sin buenos espías.
Como siempre lleno de chalanas y botes. Uno de los pocos lugares donde el poliéster no arruino el paisaje marítimo local. No sé si siguen yendo a buscar el pulpo como antes iban los de Mugardos. Salen al choco. Alguno se aventura a las nécoras y centollas ilegales. Se le ve. Lo que si no se ve por ninguna esquina es una sola vela para navegar. Del remo al motor fuera borda. Vamos degenerando

Adeus irman


A estas horas va camino de Marruecos. Estará echando humo por cualquier carretera en España.
Ya no es nuestro. Se lo vendí a un grupo de rapaces holandeses dispuestos a la aventura. Lo pagaron como corresponde. Sabían lo que llevaba. Llegaran a donde se proponen: el moro. A mojar los pies al otro lado del estrecho. Ellos no tienen prisa. Cuando se es joven el tiempo no cuenta. A mis años, si. Ya sé que no hay tiempo para todo. Por eso tuvimos que dejarte hermano. Te tomabas con demasiada parsimonia el hacer kilómetros por las corredoiras de Europa. Nos llevaste siempre a donde quisimos. Jamás nos dejaste tirado. Encendías como querías, pero encendías. El ruido era tu compañía. Pero te echamos de menos cuando nos metimos en el lujo del silencio. Tu espacio jamás lo tendrá ninguna furgoneta. Tu elegancia tampoco. La estética del camión, erotismo supremo, tardara veinte años en volver. Te copiaran cuando te hayan reciclado en cualquier desguace. Demasiado tarde.
Colgaremos tu foto entre los libros de la biblioteca. Junto con los otros objetos para contemplar cuando nos vayamos apagando. Formas parte de la esencia de nuestra existencia. Aunque ahora otros te disfruten. Pero sé que así lo prefieres. Mejor estar al sol, camino del moro, que oxidarte parado entre el frio nórdico.
Adeus irman, xamais esquenceremosche

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Camping privado


Llegaban a principios del verano. Cuando las monjas nos daban el verano libre. Venían en sus Volkswagen T3. Algún potentado traía una Mercedes, pero eran los menos. Luego aparecieron las primeras LT. Inmensas.
Nos moríamos de envidian. Aparcaban en los lugares por los que cientos de veces habíamos pasados y nunca visto. Siempre en la primera fila. Disfrutaban de una libertad que nosotros no teníamos. Sacaban sus latas de cerveza, siempre alemana, fría. Maravillas de la técnica que no conocíamos. Dormían allí mientras que nosotros volvíamos a casa. Lo peor era que además se traían unas rubias de campeonato. Insufrible lo de aquellos tipos.
Vamos que me quedo un trauma infantil que solo puede superar cuando junte suficientes monedas para comprarme mi primera furgoneta. Una Fiat de gasolina que había servido de ambulancia. Luego vino mi Volkswagen T3 y detrás otra Fiat y detrás otra Volkswagen T4 y detrás….
De mayor me hice como ellos, incluido la rubia, la mía perfecta. Aprendí a dominar la técnica de buscar los sitios paradisiacos que otros no ven. Sacar pecho adelante y encontrar las entradas de los caminos que nadie encuentra. Imaginar que pista te lleva al sitio perfecto y cuál te marea. Saber donde el gendarme te hecha y donde te pide fuego. Sentir que allí no. Aquí si.
Cuando usted los vea, y sienta lo mismo, piense que solo es tarde cuando ya esté en la caja camino del cementerio

martes, 16 de diciembre de 2008

¿Pintores o actores?


Siempre te los encuentras en los lugares turísticos. A veces hay tantos que llegas a pensar que les pagan por estar allí. Son los artistas del pincel, que manchan lienzos por afición. Algunos son muy buenos. La mayoría se defienden. Aquí y allá algún profesional de incognito. Son los mejores, no se inmutan si usted los mira.
Forman parte del espectáculo. Monumento viviente. Actor de la representación que define el lugar como sitio con encanto. Asombran con las perspectivas que escogen para plasmar en el lienzo. Otra forma de contemplar el mundo. Te enseñan a mirar espacios que antes no habías visto. El trabajo lento te da tiempo a estudiarlos. No congelan el instante como los fotógrafos. Recrean, sobre todo el ambiente. Gratis. ¿Qué más quiere?

lunes, 15 de diciembre de 2008

Los costes de viajar


Las ventajas del euro es que ya no hay que cambiar de papel cada vez que se cruza una frontera. O tener en casa una colección de monederos si tienes la suerte de vivir a caballo de varias provincias europeas como yo.
Algunos provincianos siguen pensando en pesetas, francos, o liras. Siempre al sur. En los territorios pudientes ya no se lleva. Por algo será.
Los que se quejan de la subida de preciosos desde el euro, tienen razón, pero mienten. ¿Quien subió el precio? ¿El euro o el atracador del bar de la esquina que redondeo precios? Si hombre, ese cuatrero al que usted saluda todos los días y le paga el café achicoriado a precio de percebe de Cedeira. ¿Quién sigue visitando Alcampo y demás hermanos? Usted.
Y yo.
Si se va de excursión a Paris, no se asombre de que por un mal café le cobren en cualquier terraza doce euros. En O Gaiterio de Ares, le da para seis cafés. En el Anvers de Tilburg, cinco. En Berlín, seis…. Pero no se olvide, cobran lo que usted está dispuesto a pagar.

¿Suicida o hambriento?


Hay quien piensa que navegar en un bote por el mar adelante es un acto suicida. Si no te mandan al psiquiatra es por educación.
Si aun encima dices que navegas para divertirte, y no como parte de alguna terapia, ya empiezan a considerarte tipo peligroso.
Pero lo nuestro no es nada. Imaginen que el tipo de esta foto sale al mar todos los días. Verano e invierno. Calma chicha o Neptuno cabreado. ¿Sera que el hambre nos conduce al suicidio camuflado?

domingo, 14 de diciembre de 2008

¡No me fotografíes turista!


No le gusto nada que apretara el gatillo. Me hubiera asesinado de estar en su tribu. Estaba en Honfleur. Territorio de Europa, mi país.
No de turista, como yo. Emigrada por necesidad, se supone. Jamás se integro. Jamás se integrara. Pero eso es otro discurso.
Nos pasamos la vida haciendo fotos de lo que vemos, y vemos mal. Yo a ella no la vi cuando hice la foto. Semanas después, cargando la tarjeta en el ordenador, me encontré con sus ojos de rabia asesina. Rezuma agresividad, malestar desaprobación, rabia contenida.
Un contraste con el resto del pueblo paseante que intenta disfrutar de un domingo de feria. En Europa.

Ares sin sol y con, mucha, luna





No hay truco. Así eran las noches de verano en Ares. ¿Envidia? Todavía está a tiempo de vivirlo el verano que viene. De las nubes se encarga Galicia. Luna siempre hay. El resto está allí. No se lo pierda, si puede

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Viajeros jovenes, lectores maduros



Este que aquí ven es hijo numero 3. La primera foto se la hice cuando era un enano en una tienda de La Rochelle. Mientras, el resto de la familia discutía la talla del famoso jersey bretón a rallas con que adornarse. El, a su aire, se lanzo a devorar palabras en la sección de libros.
La segunda, reciente, se la saque este verano en Ares, Galiza, puerto querido. Mientras el resto de la familia, sentados en la terraza de O Gaiteiro, al borde del mar, no se lo pierda, se daba a la Estrella de Galicia, cerveza para los no enterados, o la Coca-Cola.
El que piense que me salió un hijo intelectual, erra. Todo lo contrario. Yo, como usted, mantengo a un adicto de la electrónica. Esos tipos apalancados a todo aparato digital que gaste electricidad. Desde que se levanta hasta que se acuesta toda actividad productiva esta encaminada al consumo de kilovatios. A veces me sorprendo incluso de que sepan como se maneja un bolígrafo. Eso si, los mandos de la play-station no tienen secretos, los juegos del pc menos, ¡el Nitendo ya no se lleva Pá!. ¡Confiesen que le han explicado como puñetas funciona el mobil!
La curiosa transformación en las vacaciones es asunto de meigas. De repente arrastran bolsas de libros y se los devoran uno detrás de otro. Llegan a protestar con síndrome de abstinencia cuando se acaban.
Solo hay una explicación: ¡viajar!. Por eso hermano, abandone la choza y pongase en camino. Le regalo un argumento mas para salir a la carretera. Es su ofrecimiento desinteresado, otro mas, para evitar que el heredero le salgo un cantamañas digital.

Porto de Ares


Me pare. Me volveré a parar. Aunque el refrán lo desaconseje. Si vas a Ares non te pares…. ¿Quién se fía hoy en día en los refranes? Es como fiarse de La Voz de Galicia. Antiguamente la Voz de Paco Vázquez y sus secuaces. Les sale otro competidor y en vez de esmerarse para que sigamos leyendo la hoja parroquial que componen, se dedican a tirotear con falsas verdades y mentiras a esgallo a los bloqueiros, el único territorio de honradez que queda en Galicia.
Si hombre, como Ares. Lo deshicieron los alcaldes cuatreros en colaboración desinteresada con los constructores de corredoira que pululan por aquí. Ahora, con alcalde señorito siguen en el intento. Pero no piensen que el pueblo votante los mandan para casa. ¡No ves que hasta nos han puesto Wifi delante del ayuntamiento!
Para los turistas. Ya que como usted sabrá en Galicia tenemos una de las tasas más bajas de la península en uso de internet. Que a su vez tiene una de las tasa más bajas de Europa de lo mismo. Que a su vez…la puta miseria, vamos. Consuélate con que están arreglando el reloj de la torre de la iglesia, una virguería en sus tiempos, regalo de emigrantes afortunados.
Me volveré a parar. Por el muelle. Un sitio donde puedes atracar el barco, bote, chalana, cosa que flote. Con un personal amable y diligente. Con unos precios aceptables. Cerca de terraza entrañable, O Gaiteiro. Más atrás, mercadillo de semana, supermercado abastecido, unos manitas en el muelle que arreglan lo descompuesto al ritmo de todo es posible menos no morirse.
Eso sí, la playa está contaminada de aguas residuales. La marea baja, cheira. El espigón nuevo ha cambiado las corrientes dentro del propio muelle; amarre bien el artilugio….Y si se marea, piense como yo; es lo más parecido al paraíso construido por humanos. Imperfecto pero asequible. Además, imagínese que no tuviera nada porque cabrearse. El mundo sería horrible

martes, 9 de diciembre de 2008

¿Barco viejo o viejisimo?




Es el dilema de los tradicionales. Se lo compran antiguo o reliquia. Aunque sea del trinque. Los reliquia son los tradicionales. Los de la boina. Vestidos de azul Mahón, o marino si usted prefieren. Amantes del xantar, el vino, y lo que les pongan. Dispuestos al canto fácil aunque llueva. Desconfían de lo nuevo y solo sobreviven en grupo. Lo del bote no es mas que una disculpa para estar. Lógica decisión estando en la costa.
Los antiguos son señoritos. Amantes de la modernidad antigua, cuando el individuo no era individualista. Se viste de rojo al menor descuido. Le regalan flores a la pariente. Se atizan con moderación ya que van de sanos y cultivados. Navegan por placer, pero por dios ¡jamas en un container de plástico! No les gusta posar pero están para que se noten.
¿Lo que comparten? Gastarse un dineral en unos trozos de madera mas o menos arrejuntados

La hermosura de la noche


Eran las tantas de la noche. Volvíamos al camping municipal de Barfleur por la pista asfaltada que bordea la costa. Hacia fresco.
Pleamar en punto álgido. Las olas rompían contra las piedras, negras en la noche. El sonido sobrecogía. Era de mentira. Olas en un mar reposado.
Era de noche. De repente se volvió de día. Las nubes se apartaron de golpe. Apareció la luna iluminando el mar plateado. Allá, al fondo, se divisan las luces del pueblo, dándole colorido de amanecer. Faltaban muchas horas para tal cosa.
Estábamos otra vez en un paraíso temporal. Disfrutamos del espectáculo hasta que las nubes apagaron la luna y el frío entrando en el cuerpo ordeno que era hora de dormir

lunes, 8 de diciembre de 2008

El camping de Barfleur



Imagínense que levantan la cabeza y ven lo que yo veo. Así amaneció en Barfleur después de dormir la cena que me atice con Ninfa e hijos uno y tres. Si busca un paraíso cercano les recomiendo el camping municipal de Barfleur. No queda al lado pero tampoco en el culo del mundo. Queda al lado del mar. A diez metros. Catorce pasos. El pueblo, al lado. Con iglesia, supermercado, panadería, restaurante bueno y malo -el otro- muelle atareado y barco de salvamento por si Neptuno se cabrea.
El resto no se lo cuento. Pensé en quedarme allí una temporada. ¿Para que irnos a otro lado si se puede contemplar amaneceres de esta especie?
Hasta que te vuelve a entrar el sentido y lo dejas. No porque sea útil; de eso nada. Es que somos unos cobardes. Sí, no joda, siempre traicionamos nuestros sueños.

¿Usted sabe donde estaba este verano el paraíso?

Aquí. Porto de Ares, Galiza, sitio distinto. Volví. Como todas las aves que vuelven siempre al paraíso, donde se sale.
El mar esta como siempre. El resto no. Llego la pandilla de los listos del ladrillo y lo escarallaron. El pueblo.
Dejo de ser hermoso mucho antes. Cuando los alcaldes del general permitieron elevar pisos de mal gusto en el frente de la playa. Imitados al momento por los locales calle adentro; educados en la estética bochornosa de El Ferrol. El. Que es otro que Ferrol. O de sempre.
¿La diferencia? En El, hasta los comunistas se disfrazan de almirantes de marina.
Si llega por allí no deje de sentarse en O Gaiteiro a contemplar el mar. Tómese unas tapas de altura en La casa del pescador. Pero ya lo sabe: ‘En Ares non te pares….”

domingo, 7 de diciembre de 2008

¿Ninfas o turistas?

Los que tenemos el gatillo fácil adoramos las maquinas digitales. Hace tiempo que hemos dejado de asaltar la bolsa familiar con las miles de diapositivas de antaño con las que adornábamos las paredes del desván particular de nuestros sueños.
Hoy usamos tarjeta tras tarjeta, sin gastar. De regreso, nos atamos al ordenar acompañados de lubricantes sabrosos. Dale que te pego recordamos lo que vivimos. Alarga el gusto del viaje; de paso podemos molestar a vecinos, familia y adheridos enviando nuestras postales por emilio.
Todo un avance.
Pero, señoras y señores ¡no se me confundan! El momento supremo sigue siendo apretar el disparador. Y allí, debajo del puente, retratar otra vez a la parienta que por segundos se ha trasformado en la ninfa de nuestros sueños. ¿Entiende? Solo los que no tienen ojo fotográfico se empeñan en seguir viendo turistas haciendo fotos, miles de fotos.

Tener un yate es cosa de ricos



Es un paradigma universal. Todos los que tienen pasta se compran un yate, unas gafas de sol grandes, se viste de azul rojo y blanco, se embadurnan con crema factor 20, se dejan ver por el club, y si se tercia se da una vuelta por el mar como un plato, lejos del pueblo masa que cada vez incordia mas.
Los de izquierdas, envidiosos ellos, argumentan que el yate se lo han comprado para blanquear los euros del pelotazo. Dice el cuento que hay marinas con cientos de yates jamás salen a navegar. Siempre el pueblo exagerando.
Yo, como euros tengo nada, ya que cuento y recuento para llegar a fin de mes, no tengo yate. Todo lo mas, a fuerzas de juntar y juntar, un bote de mal poliéster. Pero gafas si compramos. El sol moderno jode los ojos que es una barbaridad

sábado, 6 de diciembre de 2008

Puta envidia



No me pregunte que tipo de bote es ya que no lo se. He intentado encontrarlo a través de internet sin ningún éxito. Lo vi en la semana del Morbihan, una sola vez. Navegaba a un ritmo asombroso. Tenia una velocidad de albatros. Cogía las olas con una suavidad exquisita. Navegaba sin inclinación, manejado por dos tripulantes que no parecían estar demasiado atareadas con la maniobra. Se perdieron con el horizonte dejando a los demás botes detrás.
Sentí una envidia inmensa.
Por fin la versión moderna del Drascombe se había realizado sin la nostalgia limitante que una y otra vez aplican los ingleses dejando sin resolver el problema de la herencia.
Me consuelo pensando que en algún sitio alguien ha dado con la solución de volver a construir un bote ideal.
Seguiremos buscando

Siempre llegamos al Mar Oceano


Después de tirarte horas detrás del volante, chupando rueda, curva, fila, aburrimiento, todo junto, siempre se llega al mar océano. Allí donde ya no se puede seguir mas. Stop obligatorio so pena de mojarse los pinreles. Aparcamos y todos, independientemente del pasaporte, nos quedamos mirando las olas que se abanean al compás del viento. Es el momento supremo. Puede durar horas o segundos; no importa. Es el instante mágico de sentir que has llegado a las puertas del paraíso. El lugar donde no acaba el mundo como erróneamente mantienen los mesetarios, si no donde comienza la vida, el principio de todo.

martes, 2 de diciembre de 2008

¿Barco o navegante?


El post anterior sobre el tamaño no es apreciado por los que lo tienen grande. El barco.
Es como el “Haija” de los emigrantes gallegos, grande, ande o no ande.
Las facilidades del container de plástico con ducha, nevera y calefacción incorporada no vamos a combatirlas. ¿El placer de la navegación? Eso, se lo discuto a quien quiera.
El patrón de este sencillo catamaran cazado en las aguas del Morbihan fue visto mas tarde delante de la isla de Houat en la bahía de Quiberon. Envidia pura ver su veloz ritmo, cortando las olas como un albatros en pleno vuelo. Sin calefacción, nevera o ducha caliente. No apto para cardiacos ni para el invierno.
No mienta, su barco, igual que el mio, en el invierno, duerme.

La iglesia de Honfleur


Mi amigo Suso de Toro, con el que compartí sueños en los años de estudiante que por suerte para los dos no eran mas que masturbaciones mentales de chavales espabilados, escribía estos días en El País, que viendo la caída del muro de Berlin junto al entrañable Camilo (Camiliño) Nogueira, este decía: es la caída del capitalismo.
Camilo y Suso siempre fueron muy de arrebatos, lo que les mantiene en vida. El capitalismo no cae aunque este viejo. Nosotros si. Nos convertimos en Reserva, nos entran los males del añejo, y persistimos en la estupidez de creer que si el mundo no cambia es por que no lo intentamos como corresponde.
Diga delirio. Pero usted me dirá, ¿que tipo de delirio colectivo es el que llenaba de antaño las iglesias con gente que creía en el dios que, como dice mi hijo pequeño, no existe, ya que si le pides una play station después de haberte esmerado, no te trae nada? Vamos, creer es un delirio mas o menos colectivo.
Semejante sacrilegios se me ocurren deleitándome entre los muros de la iglesia de Honfleur. Joya realizada en madera por los carpinteros de rivera normandos, pensando que de tanto construir barcos jamas llegarían a la posteridad, visto que el mar, macho cabrón, se lo lleva todo. Optaron por la puta tierra, femenina traidora que no avisa pero que se precia de lucir abalorios para que los humanos perdamos la cabeza.
Mientras tanto, Suso, Camiliño e moitos mas seguimos creyendo en nuestro delirio de iglesia galaica, que mantiene que allí esta el paraíso. Aunque muchos hijos de puta expoliadores nos vendan la historia del pobre pedigüeño. Todavía no se enteraron de de hoy en día ya nadie pide limosna a las puertas de la Iglesia de Honfleur

lunes, 1 de diciembre de 2008

El mar no es un basurero


Esta clarisimo ¿no?

Yo tambien me acuesto con una rubia



Un dicho holandés dice que el jardín mas verde es el de los vecinos. Una forma elegante de definir la envidia. Es así. No hay que hacerle. Siempre nos gusta lo que no tenemos. Valoramos lo que nos es ajeno. Deseamos lo de el prójimo, lo lejano. lo inalcanzable. No salio de la nada el mandamiento judeo cristiano que prohíbe apropiarse de los bienes ajenos incluyendo el apetecible no desearas la mujer de tu prójimo.
Pues no aprendemos. Los latinos sueñan con tirarse una rubia de altura. Ellas se pierden por el rubio de ojos azules. Los nórdicos no dan un duro por la vecina rubia y pierden el culo por las morenas, asesinando, si es necesario, por la versión ojos negro azabache. Los moros -no es racismo, es castellano correcto- ídem dito. Las versiones asiáticas se pirran mas por el sesgado de los ojos que por el color, pero el sumo para un chino es una fresca y blanca piel indonesia.
Los que tenemos la manía de viajar para observar al prójimo, no dejamos de mirar y mirarlas para llegar a la conclusión de que al final lo importante no es el color si no como te lo hacen.
Luego, después del polvo, no se confunda. Todas, rubias o morenas, son como el tabaco.