lunes, 26 de diciembre de 2011

Lecturas navideñas


En estos pagos donde duermo y retozo no celebran la noche buena que, queiran ou non eu chamo noiteboa e celebro con militancia. Militancia de ateo racionalista. No hay como darse al bacanal cuando la estrella tal se junta en la confluencia x allí en el firmamento en que no se ve nada. Que lo que usted ve no es más que la cuenta de la eléctrica que le llegara el próximo mes. Prepárese que diciembre o Nadal es de los meses más caros.
Sigamos. Yo celebro, queiran ou non. Esta vez hasta me lo han puesto en sábado que da más de sí. Tres días de rascancia. El lunes, segundo día de navidad, el pueblo, aquí, se recupera con mas papancia, del “xantar de cregos” de ayer tarde. Tiempo excelente para leer.
A libro por día entre café, albariño, elixir de abadía. Les cuento: El primero, "Manualetto practico a uso dello scrittore ignorante", de Filippo Tuena, lo adquirí en el Campo Fiori en Roma el año pasado. Comienza brutal. Con una cita de Elektra de Sófocles: “So di fare cose inopportune e a me sconvenienti”. No se acougue. Sigue más duro: “Ovviamente il tuo e un desiderio irrealizzabile”. Siga intentándolo. El italiano se lee bien incluso para los que no saben idiomas y dejan apodrecer el galaico imprescindible.
La otra joya me la traje de Bruselas cuando fuimos con las piernas de gacela. No crea que es un bestseller. Libro serio que le explica como escanear al desconocido en tres minutos. ¿Ha pensado usted alguna vez lo que significa un apretón de manos flácido, contundente, agitado, fugaz? ¿Detalles hasta la coma sobre como manipular su ambiente? Infalible. "Manuel de manipulation" escrito por un psicólogo del trabajo, Gilles Azzopardi, que no se masturba con tonterías si no sabe de qué va la vida. Se lo recomiendo como lectura básica a los residentes de psiquiatría. De nada.
Al tercero descansamos. Reímos. Una joya. Desconozco si esta traducido al español. Deberían hacerlo. (De nada por la idea. Mándeme al menos un ejemplar) “La guide de poche du Paronoiaque” es una diversión sobre la imbecilidad humana escrita con humor y sapiencia. Es la continuación de la guía del hipocondriaco. Describe la erotomanía, la personalidad histriónica, la sexosomia, la hiperescrupolosidad….a medida que los lea ira descubriendo que los tiene todos. Mientras no se maldiga. Ahí, donde usted está, ya paso la navidad.

Siempre fuimos muy rojos


Aquí siempre fuimos muy rojos. No me refiero al bulímico ese que robo la cocacola a los emigrantes alemanes en New York. Lo de la navidad nos la trae floja. No crea. Aprovechamos como todos para follar y dormir. No más.
El resto, lo cotidiano. Pero estará conmigo que la disculpa para hacer el rojeras es perfecta. Aquí nos tiene. Langosta viva que tras la represión consabida se pone roja de indignación. Acompañada en la ocasión de elixir rojo de los trapenses de Chimay. Exquisito brebaje rojizo de los monjes belgas, que no solo hay que beber vino.
Receta no hay. Cuando el agua, al que ha añadido sal, cebolla y laurel, se ponga a hervir, meta las langostas en la tartera como quien extermina al dictador. 20 minutos de cocida a fuego vivo. Déjelas enfriar un poco, y luego al comer, cante: En pie esclavos de la tierra, en pie famélica legión…

La cerveza de la duquesa


Hay cervezas negras, morenas, rojizas. Hay sabores variados. Los trapenses belgas tienen elixires de bandera como muchas veces les he contado. Pero la buena cerveza no solo se encuentra en las abadías. A veces hay algún empresario que sigue vendiendo buen hacer. La cerveza que les enseño pertenece a esta casta. Douchesse de Bourgogne.
La mayoría de las cervezas rojas tienen un gusto acaramelizado, que va desde los fuertes azucares de La Trappe de Tilburg, hasta los fríos rojizos de Chimay. La Duquesa es otra cosa. Totalmente distinta. El rojo acaramelizado tiene un sabor agrio que la hace perfecta para beber de aperitivo.
Si la encuentra, no abunda, pruébela.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Fotógrafos que hicieron historia/1

Pasada la nochebuena y el golpe bajo de la navidad, derrotados por las calorias y el alcohol sin sentido, un intento de levantarles la moral y la libido.
A Helmut Newton lo insultaron abundantemente. Primero que si hacia porno chic. No creo que siendo el fotógrafo de cabecera de Vogue cultivara a las bien pensantes burguesas de América en su camino a la depravación. Más tarde lo acusaron de darse a la propaganda sm. El energúmeno que embellecía la sumisión y doma de la mujer. Benditos ellos. Todavía no se han enterado que la sumisa es la reina que utiliza al amo en sus juegos. ¡Lean un poco sobre comportamiento humano señores y señoras!
Hoy le han organizado un museo fundación en Berlín. Hoy sigue vendiendo desde la tumba sus libros y sus fotos. ¿La clave? Fue el primer tipo que supo fotografiar a mujeres fuertes, de mando y aquí estoy yo. Por eso a las mujeres les gusta y los machos se pirran ya que es lo que quieren: una generala. Con A.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Las tierras de Hilvar





Usted jamás ira allí. O dicho de otra forma: La posibilidad de que usted frecuente estos pagos es la misma de que le toque la lotería. Tírese a lo segundo que da para mas viajes. La tierras de Hilvar, Hilvarenbeek, quedan cerca de Tilburg. La sexta ciudad holandesa, cerca de la frontera belga. Un lugar en la que a nadie nada se le ha perdido. Allí solo hay proletarios y grandes y arboladas avenidas. Fue la cuna del textil hasta que marcho para la China y demás lugares de hambre. Se reconvirtió en centro de distribución. Viven del trabajo inteligente.
La única disculpa para ir es buscar la cervecería de los monjes trapistas, el único convento holandés que fabrica La Trappe, elixir de calidad. Mas allá, cerdos y mas cerdos, en granjas camufladas en el paisaje.
Las tierras de Hilvar es un invento moderno del alcalde. Antes se llamaba la finca de Utrecht, el imperialista del norte que se hizo con el terreno. Pero los católicos del sur holandés ya se han liberado del yugo del curo pedófilo y la letanía del pecado. Recorrer los caminos de la vieja finca, en tarde de domingo, es jugar a la naturaleza total. Solo cerca de la posada donde puedes darte a la cerveza de abadía y devorar tres huevos fritos con pan y jamón, hay parroquianos. El resto es pura naturaleza. Ya que no va a ir jamás, véala y disfrute.