domingo, 30 de septiembre de 2012

La evolucíon de la especie segun los buceadores parisinos

Paris: De Flore a Le Deux Magots



Fueron lugares míticos después de haber sido usados a conciencia por los actores del 68. Cada uno tenia sus partidarios. Algunos, los navegantes entre dos aguas, practicaban el culto a los dos. Yo que quedo con LeDeux Magots. Absolutamente indefendible, conste. Poco se distingue del Flore. Pero los gustos son así.
No piense usted que porque ya no va ni el anima de Sartre y su haren, allí solo hay turistas. Turistas haberlos los hay. En cualquier formato que a usted se le antoje. Pero siguen yendo, en peregrinación, pensantes de ambos sexos.
Los preciosos son de atraco. No proteste que siempre será menor que lo que el gobierno al que usted, en un estado de ofuscación, ya, ha votado, cada día le roba. Los camareros mal educados y mal avenidos. Pero el espectáculo, por el precio de un café imbebible, no tiene precio.
Si tiene suerte y le acompaña el tiempo, apalánquese en la terraza y disfrute del paseo de las princesas, las ninfas, los dandis, los arrastrados, los enamorados, los mochileros, el texano confundido, la barby rusa, la masa japonesa, la misma masa en versión china, las escolares manga japonesas – no confundir con la masa-, las señoras italianas, la cofradía de gordas enfloradas del sur, el poeta perdido -siempre solo-, los abogados de la esquina, el intelectual que escribe en Moleskine, los modernos propagandistas de Apple, el revolucionario confundido…vamos, que no hay aburrimiento posible. Si no va no sabra usted jamas lo que es Paris. ¡Esta avisado!

Paris: ¡Todavía hay esperanza lectores!

 
Hace un par de años les conté en este blog como la librería psicoanalítica mas importante de Europa había sido devorada por el consumismo en forma de Dior. Con regocijo y escarnio. Usted comprenderá que después de treinta años en este negocio, viendo día tras día que solo hablando de tus frustraciones no se transforma el mundo, a mí el discurso de estos tipos – y mas tipas- no me emociona. Lo sentí por la librería. Centro de encuentro.

Esta semana, pasando de refilón delante de Les Deux Magots, vi que habían cambiado de oficio. ¡No podía ser! ¡Aquello era el nombre de la librería mitica de St-Germain! A paso rápido nos acercamos a la puerta y, si señores y señoras, allí, en el centro del Paris pensante, frente a la iglesia de St- Germain des Pres, entre turistas y locales, llena de publico y de libros, estaba la hermosa librería de La Hune.

Todavía hay esperanzas de que no nos devore la televisión. Se lo cuento viendo el tamaño de la sección infantil. Se lo cuento viendo que cuando un poco mas abajo, en la calle de la Bucherie, intentando entrar en Shakespeare & Company, la mítica librería de la Señora Beach, que vende todo lo impensable en lengua inglesa, era imposible abarrotada como estaba de publico comprante.

No se pierda el espectáculo si llega a estos pagos. Es la confirmación de que frente a la inutilidad manifiesta de público y padres de la patria todavía pululan por el mundo simios pensantes

sábado, 29 de septiembre de 2012

Paris: territorio de princesas

 
Ahí la tienen. Sentada. Pontifical. En la terraza del hotel El pabellón de la Reina. Como una reina. En la place de los Vosgues. Hotelito a 439 euros la noche. Con cama de seda con dosel, y demás apariencias.
Pero no les vendo el hotel. Que a mi tampoco me da para dormir allí. A ella si se la vendo. Como se vende ella. Atada a su iphone ultimo modelo. Escondida detrás de las gafas de Hermes. Combinada sin estridencias. Con ese toque chic que no se nota y todos ven. Nadie negara que es rica. Todos saben que lo lleva en la sangre. De nacimiento. Puede que no fuera a colegio de lujo. Seguro que fue educada por las monjas. Esas que enseñan entre los preceptos dominicales el de mentir a mansalva para mantener la homeóstasis del poder. El de ella.
Princesas como estas no se ven en cualquier lado. Por mucho que usted insista no hay ninguna en el villorrio de la meseta. Alguna se pasea por las tapas caras de la Diagonal mientras se viste en Burberrys y menea el bolso de Dior. Los machos las adoran aunque les queden a distancia. No se engañe. Son de plástico. Como su revolución.

Paris: Village St-Paul


Escondido entre las casas se encuentran los patios de San Paul, en la calle del mismo nombre. A un paso del Marais. Pegado a la Casa Europea de la Fotografía. Ahora que somos modernos, le llamamos village. Suena imponente. Allí alguna vez hubo un convento.

 
Hoy presume de tener 60 comercios. Más bien pequeños tugurios donde venden lo que pueden. Ya sabe: abalorios de oriente vendidos como artesanía popular. Juguetes realizados por niños hambrientos que tanto gustan a las hembras nuestras que se pirran por lo étnico. No se me ponga usted moralista, que sin trabajo los hubiera llevado el hambre. Algún anticuario. Dos galeristas especializados en fotografía. (Una de ellas cuelga estos días las últimas fotos de Marilyn). Y muchos bares. Deliciosos bajo el sol asesino. Igual de deliciosos bajo el toldo con estufa que todo lo reconforta en el comienzo del invierno. Excelentes para tomarse una ensalada o releer los escritos jóvenes de Don Carlos.

 
El público que lo visita pertenece a los ilustrados de Europa que se escapan de las masas del Louvre y las fotos del Sena. Allí no encontrara aglomeraciones, gitanos que buscan su cartera, ni rusos enloquecidos. Todo lo mas los enamorados hambrientos del sur y algún yanqui que se comporta. El resto es, producto nacional.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Paris ayer


Baje a Paris el fin de semana. Uno de los pocos sitios donde todavía hay emociones fuertes.

Cometí la imprudencia de despertarme a las cinco de la mañana para chupar las cuatro horas y pico de autopista. Jugarme el pellejo entre esos enloquecidos camioneros salidos de las entrañas del vodka polaco o sabe el demonio de donde lo sacan.  No merece la pena.

De arribada en Paris te dejas llevar por las jaurías metalizadas de la gran ciudad que si no se matan mas es porque los carros de hoy en día tienen consistencia.

Dando tumbos llegamos a la plaza de la Bastilla, nuestro destino. Encontramos un garaje donde dejar el coche pagado a precio de langosta, pero con la ventaja adicional de poderlo usar de armario seguro. Nos pusimos a patear las calles dirección fija: La Plaza de Vosges.

Paris estaba como siempre en estas fechas: a tope. De yanquis. Esos tipos que vienen a ver este mundo que les parece extraño pero por el que suspiran.

Las turbas hispanas este año no. Nada. Nadie. Un portugués perdido. Algún pudiente italiano entrado en años. Los nórdicos no viene hasta mas adelante. En estas fechas están produciendo en el motor de Europa.

Los jodidos rumanos que expulso el Sarkozy han vuelto. A joder las calles y atracar los bolsillos. Hasta casi te haces del frente nacional con estas pandillas de desgraciados.

Las señoras donde siempre. Los estudiantes en los colegios. Los bares con sillas donde sentarse. Los croissants inmensos del bar del faro de la Bastilla, como cada día, perfectos.

Así, entre esto y lo otro, de vuelta a Paris, epicentro de la Europa seria. Se lo cuento

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Rotterdam

 
Si yo le cuento que lo que ve en esta foto es Rotterdam, lo más probable es que me diga que no beba. Pues hasta sin beber es Rotterdam. Hilligersberg.  La montaña de Hilliger. Una broma siendo uno de los lagos de Rotterdam. Calles de pudientes y aguas para combatir la opresión del cemento.
Rotterdam, primer puerto de Europa, fue una ciudad hermosa. Quedo completamente arrasada por los vecinos alemanes que tanto nos querían y nos quieren. No dejaron dos ladrillos amasados. Del trauma, de la necesidad, se repuso a golpe de cemento en una versión del feísmo que se desconoce en el sur: la eficacia. Todavía hoy están pagando la desfeita.
Frente al cemento horroroso van levantándose nuevas zonas donde se acumulan construcciones modernas bien realizadas junto  a la recuperación de algún edificio antiguo. Es el sur, la zona de moda. Es la copia serena de la ciudad postmoderna que quisiera ser. No lo han conseguido del todo. Rotterdam sigue siendo una gran aldea donde los emigrados de todas banderas se juntan en nichos étnicos ignorando al vecino. Es el monumento colectivo al fracaso de la sociedad multicultural. La quimera que en ningun lado existe.
No importa. Hasta de los experimentos fracasados se aprenda. Hoy todos saben que el único modelo serio es el de la asimilación pública y la permanencia privada a tu infancia.
Nos subimos al bote y navegamos en una exquisita tarde de domingo, bajo el sol, el viento lánguido, los botes de los scouts bajo el molino, las copas de champagne y proseco… Es el Rotterdam de siempre. El de la Holanda acogedora y atrayente. ¿Entiende usted por que se empeñan en vestirse de chilaba y entre el hormigón reivindicar el cordero alimentado de la hambruna?

lunes, 17 de septiembre de 2012

Muros


Hacia mas de veinte años que estuve allí. Recuerdo vagamente la última vez. Muertos de agujetas después de subir –y bajar- el monte del Pindo, con la tropa Compostelana y Cristina como señorita. Era el ritmo trepidante manu militare que imponía don Camilo, el campesino de Centronha.
Muros era un puerto mítico. Un pueblo mítico. Una ría mítica. Era el principio del mundo donde los mareantes sacaban peces serios. Con las pescantinas en los alrededores de la lonja que te vendían lo que quisieras. Los bares y tabernas bajo los hermosos soportales, donde alguna vez colgaron las redes.
Volví este verano. Camino de Cabo Vilano, Fisterra, Camariñas, A costa da Vida. Seguía como siempre. No piense que anclado en el pasado. La modernidad de su flota, esos portentos de acero para marear las olas no permiten juegos baratos. Muros sigue siendo potencia en el arte de vaciar el mar. No lo duden. Lo que conservan es lo otro. El arte de vivir. El beber la Estrella de Galicia bajo la sombra de sus arcos multiusos: Lo mismo protegen del sol que del chubasco. El no haber permitido la destrucción del pasado por la falsa modernidad. El orden granítico.
Si puede quédese por ahí. Cerca le queda Louro. Puede dormir en el Convento de los Franciscanos. O montar la tienda en lo que otra vez fue el huerto del convento. Pierda el tiempo en patear la costa. Las antiguas pesquerías del catalán imperialista. Escuche las historias de los últimos balleneros del país. Contemple las viejas fotos de las proletarias que envasaban las sardinas del Sr. Calvo, el viejo, que el de ahora es impresentable… Puede buscar sus destinos en las guías de viaje. Pero se lo perderá casi todo. Muros es eso: Granito a descubrir

Celebrando con los frailes

Hoy estamos de fiesta rachada. No porque haya dimitido la Esperancita esa. No tengo el gusto de conocerla. Admitirá usted que a los mareantes, una tipa con colgantes  blinblin que vive entre el cemento a las horillas de un riachuelo, no nos emociona nada. Ahí no hubo nunca nada, no salió nunca nada, jamás habrá mas que nada. Como objeto de estudio: ¿Como es posible que la morralla de iletrados la voten una y otra vez?, puede ser interesante, pero le dejamos la tesis doctoral a algún rubio de Texas con beca de formato.
Usted ya sabe que para los ibéricos la respuesta ya esta dada: el sol ablanda el cerebro y mata las conexiones cerebrales.
No, hoy seguimos de fiesta porque parece consolidarse la imagen real del señorito como lo que es: un maligno oportunista capaz de vender a su madre por un plato de ego.
Como a mi lo que va es el caldo de grelos, con patatas y abundante costilla, hemos vuelto a visitar a los frailes trapenses belgas. Esos tipos por los que uno, a pesar de su ateísmo militante, tiene respecto; ya que como he contado en múltiples ocasiones viven de su trabajo y no de la usura. Es mas, parte de lo que embolsan dejándonos disfrutar de Morfeo lo reinvierte en ayudar al prójimo. No siempre como dios manda, pero en cualquier caso no invirtiéndolo en una casulla de terciopelo morado con ribetes en oro. Por no mentarles el manto de la milagrosa, con piedras y azabache, que tejieron las muy inútiles de las madres esclavas… y lo que no se les cuenta.
Chimay es un portento de cerveza. La roja o doble es la cerveza original. Me pierdo con la azul, algo más negra, más fuerte. La blanca, triple, mejora con los años.
Llene el vaso y celebre. Lo que quiera. Que si no estamos mas cerca de la caída de los buitres por lo menos podremos soñar que las ninfas nos abanican y calientan lo que es menester. Es gratis.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Dormir en Muxia


El titulo de este post es engañoso. En Muxia, a donde todos van, poco hay que ver. Aunque me apedreen. Subidos a la “Pedra de Abalar”, que desde que la saco de su sitio el temporal ya no abala ni siendo puta, podemos contemplar el Océano, pero para ver, contemplar, disfrutar, al otro lado de la ría: Camariñas.
Lo de Muxia es el mito de los desesperados del chapapote. Ya saben lo que pienso de esos tipos que después de ser sodomizados ampliamente por el poder pusieron el culo y la vaselina para que lo siguieran haciendo.
Fuimos porque allí están los tres campings que hay en la zona. Dormir de gusto cuando se va a Cabo Vilano.  Campings para viajar barato, que aunque tengamos euros del norte si te descuidas se te van de las manos.
Sin saber muy bien a donde ir, mas por instinto que por búsqueda, dimos de bruces tras transitar  por una pista mal asfaltada que te lleva a preguntar cada minuto si este es el camino seguro, con el Camping Praia de Leis. El mejor camping de la zona. Se anuncia como de tercera pero es de bandera. Parcelas escalonadas en la ladera del monte con vista insuperable, camino bien empedrado a la playa tranquila, silencioso y acogedor, con un restaurante para comer mejor que en su casa a precios normales. Lleno de franceses educados y galaicos tranquilos. Si anda por allí no se lo pierda. Objeciones hay algunas. La parienta que limpia las duchas ya hace tiempo que deberían de haberle dado la jubilación. Se nota que solo friega los suelos, que lo hace a conciencia. Pero eso, las paredes de las duchas… No desespere, visto como iba, no pasa del invierno. De regalo, el pueblo al lado del camping. Antropología pura. Así fueron los pueblos gallegos en el siglo pasado. Leis. Conservado como siempre. ¡No lo cuente!

Dormir en Burgos

 

Sigue siendo la forma mas barata de viajar. Dormir en los campings. Para algunos muy incomoda. Incomprensible. Al día de hoy, al alcance de cualquier bolsillo, te venden unos colchones para dormir a pierna suelta.

La lluvia es para la mayoría otro impedimento. Todo es acostumbrarse. Si no pregúnteselo a los nórdicos, que acampan verano e invierno llueva o no llueva.

Este verano, tras hacer 1800 km aterrizamos en Burgos. A tres km de la ciudad esta en Camping Fuentes Blancas. Primera categoría, excelentes sombras, verde cuidado, duchas limpias, Wifi, piscina… Al lado hay una playa artificial, en el rio Arlanzon, de aguas tan frías como limpias. Abierto todo el año en el camino hacia Europa, es visitado por gente de todas las naciones.

Aparte de los tres km de camino poco apetecible hasta Burgos, el único inconveniente era la masa vociferante de los hispanos, en competición con la televisión a todo volumen del bar que nadie miraba. Costumbre hispana dicen los extranjeros. ¡Majaras!


¡Combata la crisis! ¡Cómprese una bicicleta!


 

Los precios de las gasolinas suben desorbitantemente en todos los países de Europa. El petróleo mantiene los precios empalmados. El desmesurado coste de los combustibles se deben a los impuestos que papa estado nos saca con placer. Usted puede protestar lo que quiera pero no es previsible que el sistema cambien en los próximos años.
Cuenta la prensa nórdica de calidad que las familias están rebajando el uso de sus vehículos privados. Hoy los domingos, ya no van en procesión a comer con mama o visitar a la tía Frida. Las ventas de gasolina bajan. Por si no se han enterado, un litro de gasolina súper cuesta hoy, en estos pagos, 1,86 euros. ¡Barato lo suyo, eh! Han dejado de usar el coche si no es estrictamente necesario.
La bicicleta triunfa de nuevo. No crea usted que solo en los países planos como Holanda y Dinamarca, donde no hay nada que triunfar. Ya esta ahí desde siempre. Triunfa también en aguas donde nunca tuvo éxito abrumador. P.e. hoy en Grecia, gracias a la crisis total, se venden más bicicletas que nunca. En Alemania, país no pobre, el uso de la bicicleta como instrumento de desplazamiento cotidiano se disparo los últimos meses exponencialmente.
Los celtiberos, los latinos en general, argumentan que sus tierras no están hechas para pedalear. Es una falacia. Cuando hubo necesidad lo hicieron como Bahamontes. Otro argumento es la falta de carriles bicicletas. Es cierto. Pero la demanda crea necesidad y no al revés. Jamás se invertirá en un sistema serio de carriles de bicicleta si su uso no se generaliza. ¿O es que usted piensa que en Holanda siempre hubo esos carriles de arcilla roja asfaltados? No me sigan argumentando que les atizo con una realidad incuestionable: En Paris, sin ningún carril, miles de ciudadanos pedalean todos los días entre los coches que saben que se juegan la carrocería si no los respectan.
Es una cuestión de querer, de necesidad. Viajar amigos, no es solo para hacer fotos de la catedral de turno. Es para ver. Para aprender soluciones mejores que regalarles los euros a los amigos y sus políticos.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Las fotos mas conocidas de Helmunt Newton en formato video



Masters of Photography | Tribute to Helmut Newton | Delerium | Innocente, Silence from VertigoArt on Vimeo.

Amberes: La locura de las rebajas belgas

Frente a la rebaja cotidiana de los europeos del sur todavía quedan lugares en Europa donde las rebajas son eso: rebajas. Precios tirados, manifiestamente inferiores a los cotidianos, dos veces al año: verano e invierno.
Tendrá que ir hasta Bélgica. Y enterarse a través de internet de la fecha exacta ya que solo dura una semana. Es el tiempo y lugar ideal para encontrar aquello que siempre quiso tener y jamás pudo pagar.


Los belgas acuden en masa. De golpe se encuentra en la calle con ciudadanos que jamás adivino que existieran. Un abanico de posibilidades. En Amberes acompañados de los holandeses de Brabante y Rotterdam. Al otro lado del país, las Ardenas, los alemanes, que solo son ricos en los periódicos españolistas, compran discretos lo que pueden.


Si no tiene nada que comprar no desespere. Es una de las épocas, junto con la navidad, mas divertidas para ir a Bélgica. O la mejor disculpa si usted quiere.

La proletaria de Ferrol y comarca


Le acaban de escribir un epitafio aunque la forma parece un panegírico. En la prensa española, nota bene. Ella que iba de vanguardia del proletariado fue rebajada a barby revolucionaria por uno de los viejos lideres de la causa.
Mal comienzo de la fiesta con la que sueñan. Nuevo no es. Los que pasamos por allí la infancia sabemos que aquellos obreros ilustrados son los tipos mas reaccionarios de la vuelta. Odian al país con militancia. Tienen la capital imperial como referencia. Es lo mas parecido que consiguieron elaborar en sus molleras confundiéndolo con el internacionalismo proletario. Se matan por hablar el idioma de los señoritos. Sus hijas competían y compiten con las nenas de la marina o el “jolibu” de la plaza de España.
Vestidas a diario de domingo mantienen que ellas no son menos. Lo son, lo seguirán siendo. La copia no es mas que la caricatura de la frase terrible pero cierta: No hay opresor mas infame que el esclavo con un látigo en la mano.
Ahora nos venden la imagen de madre feliz y laboriosa... Con el asentimiento de los metromachos trenkaportantes. Les da por el culo, que los hijos no son asunto de ellos, pero la progresía hipócrita cuida mucho lo políticamente correcto.
A ninguno de la parroquia, que no viajan, se le ocurrió insultarla como se merece. Uno, en los países serios, los políticos no pasean a sus hijos para cautivar votos, ya que el respecto a la intimidad es oro en paño.
Dos, en los mismos países, ninguna madre militante, maltrata al prójimo con su vida privada, ya que si estamos allí es por otra cosa, y no para el cultivo de churumbeles.
Tres, y lo mas importante: los partidos y organizaciones serias, demostrando en la practica lo que predican, facilitan que las mujeres madres puedan participar activamente en todas las decisiones de la vida. Eso implica que no hay reunión, concilio, papadoira, o lo que usted quiera, donde no exista una guardería donde dejar a los niños mientras mama hace la revolución. Aunque se pierdan la foto. Claro que frente a los que venden la emoción, la revolución seria es vender las ideas. ¡Coman ajos!

miércoles, 5 de septiembre de 2012

El señorito Beiras Torrado: Historias de Compostela


Hace tiempo, mucho tiempo, soportábamos una noche si y otra también al Sr. Beiras Torrado. Se dejaba caer en la mesa del  Derby donde mientras pontificábamos sobre la revolución pendiente y las piernas insuperables de Cristina, bebíamos los cafés que nos servía Arsenio, camarero de casta. Lo trajo Luis Mariño. Amigo penitente que consumía sus excelentes neuronas bebiendo litros de cualquier alcohol embotellado. Hacían la perfecta pareja. La armónica presencia de dos fracasados. El uno alcoholizado para seguir sufriendo por el abandono de su ninfa. (Mujer inteligente que harta de sus golpes y deslealtades se fue a vivir la vida con el arquitecto de su futuro.) El otro, abandonado por el pueblo que no se entero que era el redentor a votar, consumido por el Anafranil que le recetaba el psiquiatra de la Rosaleda.
Una noche si y otra también, el señorito Beiras en su monologo narcisista pontificaba lecciones de estrategia imposible. Mariño, leal y servidor amigo, tanto le ayudaba a bajar por la cañería del desagüe antes de que lo pescara el poeta transigiendo la moral, que le decía en la cara que era un puto plagista de los intelectuales franceses a los que escucho cuando fue a dar una vuelta por la filmoteca de Paris. Lo ultimo dicho con envidia.
El señorito Beiras fumaba sus Winston de contrabando, uno detrás de otro, mientras se mordía las uñas con pasión compulsiva. Dejamos de aguantarlo cuando se nos hizo insoportable escuchar el discurso narcisista del cisne herido. Aquel tipo solo quería un público pasivo que aplaudiera su discurso de citas y frases deslavazadas.
Yo abandone la infancia y el siguió su camino de héroe.
Veintitantos años después vuelvo, de visita en Compostela, a ver y leer sus hazañas. Senectud aparte, nada ha cambiado. Sigue siendo el mismo tipo egocéntrico de siempre, pontificando con la misma lírica trasnochada que como decía un oyente a mi lado “eu non entendo nada do que din pero que ben fala carallo!”. Hará cualquier cosa por seguir en el papel de héroe. Aquel rol que, repetia suegro y apaludidores, era suyo. El actor principal al que le robaron el plano los joputas andaluces apoyados en los marcos del capullo de Willy Brant. Aquellos españolistas feroces que atacaban la patria. Hoy, ¿qué importa?, se firma lo que sea que la patria esta en peligro y yo voy a liberarla.
¿Lo que más nos duele? Que el de Serantes tenga razón. ¡Señorito Beiras, por no derrotar a tu ego has traicionado a la infancia! Lo mas grave es que los que te adoran como becerro de palleiro, que no leen a los clásicos, no se han enterado que tus conductas destructivas figuran en todos los libros de psicopatologia. Es el comportamiento clásico del narcisista patologico que arremete con venganza sanguinaria contra todo aquel que en su opinión no ha aplaudido demasiado. 

Sigue con tu intento de demostrar al pueblo lo que vale un peine. El diagnostico, para tu desgracia, es el mismo que Nogueira te dio hace mucho, mucho tiempo.

La anarquía de los descerebrados: Historias de Compostela

 
 

Viajar da para mucho. Te protege de la demencia. Dicen. Te cura la estupidez. Siempre.
Ahí pone: No plantes una árbol. Quema un coche. Se quedo tan tranquilo. Acto revolucionario. Anarquismo frontal. “Dícese de cuadros progresivos de demencia que se producen por atrofia del lóbulo frontal…etc,etc".

Cualquier calculo rápido de lo que cuesta plantar un árbol frente a la reparación de los desperfectos originados por la quema de un coche lleva a la misma conclusión: vence por mayoría rebosante el plantar ciruelos. Para esto no hay que ser inteligente. Simplemente hay que pensar. Eso se lleva poco en las tierras fronterizas.
A Compostela llegan tribus de todo pelaje atraídos por la masa. Visto lo que se lee en los muros hay mucho desquiciado suelto. Algunos, cínicos, mantienen que los autores no han llegado. Son los de dentro. Argumentan que visto el panorama de señoritos que unen desuniendo para sentarse en las sillas del chupeteo, es defecto de la raza. ¿Usted lo sabe?


martes, 4 de septiembre de 2012

Ya no quedan hombres de hierro en barcos de madera



Suena a edicto lapidario: “Homes de ferro en barcos de pau”. No maree usted. No es mito literario. Los hubo y a mogollón. Toda familia respetable del Mar de Galiza tuvo unos cuantos en su seno. Algunas manifestaban tal exuberancia tropical, que no exportaron otro género. Se han apagado. Hoy salen a navegar a la vuelta de la Marola, que por mucha ola que lleve esta a la salida de la ría, y se organizan un acero para navegar hasta la Antártida. Miren si no los arrastreros de Muros o sus congéneres de Camariñas. Toneladas de ferro barato para guarnecerse de la ola. La ola que siempre viene. La ola que no se debe cabrear.
Los que navegamos en Drascombe por los mares oceánicos sabemos que no hay nada mejor que un bote pequeño que baile entre las olas. Frente al ladrillo que siempre esta en el medio. Hasta que se hunden de los pantacazos.
Nos lo explicaba Tío Gonzalo. El Tío rico de la familia. Aquel que estaba y desaparecía. Sin que nadie supiera a donde iba. “Vai na mar” decía la Tía Pilar. Matrona envuelta en terciopelos negros adornados de azabache sobre camisa de lino blanca. Salida de una postal de traje regional que dicen ahora los enculadores ppisticos. Regional no era. Primera división. Mantenía con mano de hierro la casa y ¡hay del que se atreviera a interrumpir el programa! Atracada a la mesa camilla te fulminaba con aquellos ojos dinamita sin decir ni una palabra. Hasta Perico, el canario, callaba súbito.
Tío Gonzalo andaba de mareante. Nunca subimos lo que pescaba. Si no fuera por los billetes de pesetas que enseñaba incluso dudaríamos que hiciera algo. Algo más que pescar. Aparecía con botellas de güisqui, tabacos nunca vistos, medias de seda, fotos de hembras que empalme dios, café de Angola, maderas de guinea, libros, discos jamás sonados, el Sempre en Galiza editado en Buenos Aires… ¿pero fue a pescar o fue a ver a las negras en Angola? Niño come y no preguntes bramaba Margarita la cocinera.
Tío Gonzalo andaba al bonito, pero jamás pesco uno. El y sus bucaneros salían en aquellas bacas de madera hasta el África y lo que fuera. Nunca nos lo conto. Siempre la misma respuesta: Neno come e non fales. Traficantes de lo que fueran acumularon honra, valor, dineros, amores y mujeres. Vivieron la vida al margen. En la frontera del Océano. Lo que le negaba la tierra de las Españas de siempre. Hombres de hierro en barcos de madera. Ya no quedan.