lunes, 26 de diciembre de 2016

Puertas y colores


Dice la tradición oral que en aquellos lugares donde escasea la luz, pintan las casa de colores. Como alli donde el sol mata se opta por el blanco protector. Irlanda pertenece al arcoíris luminoso. El pueblo pinta muros. Los ricos, comedidos, las puertas. Es también un signo de identidad además de una boya de localización.

Sí, pero no. Los reformados norte europeos, donde tampoco hay sol, jamás pondrían color a una puerta, menos a un muro. ¿Tiene usted una explicación?

domingo, 25 de diciembre de 2016

Dublin en moderno


El mito la convirtió en una aldea de escritores, oficinistas, esbirros anglófilos, traidores, campesinos irredentos, obreros extenuados, mujeres abrefacil, patriotas
fracasados, católicos de boquilla…


Se dedicaron una temporada a ser la envidia de Europa creciendo por encima de cualquier sueño. La receta era fácil: jóvenes letrados trabajando en tecnología de alto rendimiento, salarios bajos, competición atroz. Se forraron los Google, Apple, y demás mangantes.

Dublín se ha convertido en una de las aldeas más caras de Europa. Uno de eso lugares a los que usando el sentido común no iría. Sus iglesias son mediocres, sus museos estan vacíos. Los bares están
hechos para turistas americanos en busca de su identidad. 

Se balancean entre una colonia yanqui y la opresión inglesa de siempre… Que no digan que no los he avisado: recorra Irlanda pero olvídese de Dublín

Como Joyce decía: esa cerda que devora a sus hijas  
       


Irlanda

  

Acabo de volver de Irlanda. Fui hace unos 30 años por primera vez. Cuando le decíamos que si a la pianista mientras desnuda con su chaqueta azul, su camisa blanca, su pantalón de arlequín amarillo, su collar de perlas de burguesa que lo era, sus irresistibles zapatos azules de tacón, le hacíamos el amor. En la cama de la otra. Siempre hay otra que se queda. Aunque diga que se va. Nos quedamos con la pianista. Otra historia.

Volvimos a ver en lo que ocupa el tiempo la historiadora que alimentamos. Imagine: En Irlanda se aprende en la universidad que sin liberación nacional no hay liberación social. La clase trabajadora de las colonias lo tiene complicado. Golpes a los podemistas hispanos

En fin, el país ha mejorado. Comen. Tienen carreteras. Ya no hay que arriesgar la vida en esos caminos de cabras. Nuevos vehículos de rico. Turistas a cientos. Emigrantes explotados. Pubs para la tradición consumista. Cerveza para lo mismo. Tienen como buen moderno museos nuevos sin colección. Ganan en el número de librerías bien surtidas y bares que despachan mal café. Mantienen un equilibrio entre la  vida relajada y la eficacia. Se quejan de que alli nada funciona. Como en cualquier lugar.

Hace 30 años recorrimos la mitad de la costa occidental irlandesa buscando sus muelles de pescadores. Para descubrir que aquello en una costa salvaje no existía. Había otras muchas cosas interesantes pero aquello no. Descubrimos los tejidos de Donegal, los jerséis de las islas, la cerámica de Kerry, el puerto de Baltimore…  Descubrimos que el tiempo no ha cambiado