Mi abuela, que era cubana y como tal practicaba el exuberante barroquismo caribeño, solía decir cada dos por tres que los tiempos avanzan una barbaridad. La demostración esta en la Iglesia de Honfleur, villa de Normandia, Francia, región de Europa, el mejor de los mundos posibles.
Allí como en cualquier iglesia católica que se precie hay distintas capillas dedicadas a unos cuantos santos. La regla enseña que la iglesia esta dedicada a una virgen, la población local suele ser devota de otra, que mantiene capilla lateral, y comparte espacio con otros santos y santas mas o menos olvidados. Lo mismo que en una casa de putas decía el tío Bernardo, anticlerical masón. Como jamas he estado en una casa de esas no puedo confirmar la comparación, ustedes perdonen.
En Honfleur, en el lateral izquierdo hay un santo como mandan los cánones. Tiene velas encendidas, bastantes, y durante las visitas a la iglesia siempre encontré algún local compartiendo la soledad con el santo.
Mas allá, cerca del altar, en lugar preferente se nos ha tirado la modernidad una santa que hace 15 años no existía. Agrande la foto y lea.
Miterrand, de presidente, les construyo un curioso puente colgante, en otros tiempos presumía ser el mayor del mundo, para pasar de Le Havre a Honfleur. Evita dar una vuelta de muchos kilómetros río arriba, y enseña una vista interesante si el viento le permite distraer unos segundos la concentración.
Ya tienen virgen pues. Luego algunos mantienen que la iglesia no se moderniza una barbaridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario