Mostrando entradas con la etiqueta Bote. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bote. Mostrar todas las entradas

lunes, 26 de septiembre de 2011

Oda marinera al sexo anal: sobre carallos y culos









Hay proas y popas. Hay proas finas, de violín, recta, de roda limpia, de gota de agua, maier, lanzada… Hay quien lleva la proa más calada que la popa. Algunos la alargan con un botalón o bauprés. Lo de las popas es más complicado. Lea: Popa llana, de falucho, de culo de mona, de cola de pato, redonda... Hay quien corre en popa, dan popa al viento, están sobre popa, caen sobre popa, pasan por la popa. No confundan, nada se parece. Si le priva, lea el diccionario marítimo del sr. Julián Amich, que se lo explica hasta con sus significados en francés e inglés.
Hay quien se pasa la vida cayendo sobre popa. En tierra y en mar. Otros/as , se pirran por dar popa al viento hasta que las/los alcanza el botalón.
Luego me dirán que esto son palabrotas de mareantes para describir con monosílabos lo que el resto de la población dice en largos párrafos. De eso nada. Que contemplando la forma de los barcos, solo se puede llegar a la conclusión que los mareantes, de tanto practicarlo, han universalizado la escultura representativa de lo que practica con gusto. Si les dejan; navegar.

domingo, 3 de julio de 2011

Slow Sailing o el derecho a la pereza


El Slow Sailing empieza a tomar cuerpo, de moda ya. Los holandeses lo llaman “natuurlijk varen”, literalmente navegación natural. Lo que me gusta más. Los Slow’s se han abanderado con el dibujo del caracol sobre fondo azul. Lo siento, de eso no hay en el mar. A veces hay tanto viento, que te catapulta entre las olas y es gozo o acojone. Se equivocaron de nombre.
Lo otro, lo resumió el yerno de Marx, Paul Lafarge, cuando escribió el derecho a la pereza. No movimiento al que estoy abonado, sección náutica. La pereza está considerada por la moral del capital como un vicio, perversión dañina que bajo ningún concepto debe practicarse. Incluso el ocio debe ser útil. En vez de deleitarse matándose a pajas debe usted matarse haciendo flexiones que es buena para los bíceps, la barriga plana, y el salario del cardiólogo. Usted sabrá.
En el mar se maltratan dando vueltas a boyas para demostrar que son los más rápidos, jamás los mejores. Eso se demuestra con fuerza 7 y los esfínteres apretados.
Los que navegan de verdad saben que se parte cuando se puede, se llega cuando te dejan, arribas donde cuadra, es probable que al destino jamás llegues. Pero no importa. De lo que se trata es de navegar. Eso, disfrutando de la vida. Con ninfa, vino, libro…lo que a usted le plazca.

sábado, 2 de julio de 2011

The English Raid Slow Sailing


Aún está a tiempo. Si lo que le va es el Slow Sailing, la única manera inteligente de surcar el mar, no se lo piense. Los hijos de la gran Inglaterra lo esperan en The Solent del 19 al 24 de Julio. Sera usted recibido con la amabilidad inglesa. Esos tipos que hasta invitan al te a sus enemigos más mortales. Solo esperan que se comporte usted como las normas mandan: navegando, ni agua al competidor a no ser que ya este doblemente derrotado. La sangre no se lleva en estos pagos que es muy mala de limpiar en las camisas blancas.
El 2nd English Raid 2011 es la continuación de raids tan memorables como el Rio Douro en Portugal, the Great Glen of Scotland, the Blekinge/Karlskrona archipiélago en Suecia y Finlandia, the Venice lagoon en Italia, y el Dorestad Raid en los Países Bajos.
Solo necesita usted un barco de vela en el que pueda remar, capaz de navegar en aguas de marea, bíceps y demás anatomía capaz de soportar navegaciones de 20 millas marinas al día. Un buen hígado, sentido del humor, mente abierta y la bandera de su patria, la real y no la del capital, también son recomendables.
El resto léalo en los enlaces, que no hay que darles todo digerido

jueves, 26 de mayo de 2011

Adios, pirata


Era el niño de la película. La niña de mis ojos. El Valium que siempre funciona. La distinción constante. El sueño de todas las noches. ¡Una locura haberlo comprado! ¡Del trinque! Un poliéster famélico montado a prisa en un chamizo de una aldea pérdida de la Gran puta Bretaña por un explotador de portantes de media neurona. Siempre lo he dicho: Es un cabrón, pero construía -en pasado- los mejores botes de Europa. El Landrover del mar. Un bote de 6 metros que vuela entre las olas sean como sean. A ras del agua. Submarino seco si no te asusta tanta violencia a tu alrededor. La recreación moderna de las dornas marineras de Galiza Ceive, los botes de inspiracion noruegos, los whaleboat yanquis, las canoas do Tejo
Ayer se lo vendí nuevamente al que me lo vendió. Por un precio más que aceptable. Negocio para los dos, en reparto proletario. La espalda de uno ya no es lo que fue y no poder estar de pie te acerca a la hernia. Lo cambiamos por otra cosa para navegar por otros océanos.
¡Que las sirenas se abran a tu paso pidiéndote que les achuches el botín! ¡Sigue navegando pirata! De buen seguro te llevara M. a deslizarte entre las olas de la última frontera salvaje del mar del norte: el Waddenzee, allá por los pagos de la reina naranja

domingo, 1 de mayo de 2011

Viento fuerza 6


Hoy, navegando -intento de- en el mar de Grevelingen. Solo los suicidas estaban en el agua. Al fondo la musica del vhf relataba una catastrofe tras otra bajo el lema "Hire
Rescure control..." Era la metáfora perfecta de la política hispana. Mientras, fuimos y volvimos. Comimos pan con tomate y guacamole. Lo pasamos, Anna dice, de carallo. Cinco euros. Tres personas.

martes, 26 de abril de 2011

Navegacion primaveral


Salió el sol. Se acabó el frio. Sacamos el bote del hangar en el que paso el invierno. Limpio, pulido, pintado de fondos, volvió al puerto. Para navegar. La primera navegación de esta primavera. En el Mar de Grevelingen. Zelandia.

domingo, 17 de abril de 2011

Navegantes de brocha gorda


Tengo el sótano hecho un asco. Ya lo ven. Convertido en taller de pintura. Es el precio a pagar por la hermosura de la madera. Que no todo es plástico en la vida. Como mínimo cinco capas de barniz marítimo para que el sol y el salitre no me deshagan las partes más delicadas del bote. Eso, que usted tampoco lo mete – o deja que se lo metan- en cualquier lado.
Lo de la pintura es martirio, ya que solo seca con calor abundante y uno vive en el reino de la humedad. Vamos, que hacemos horas para que uno de estos días sea posible lanzar el bote al agua. Y navegar.
Navegar, que para eso está. El bote, lo importante, sigue empaquetado en la nave donde paso el frio invierno. Desempaquetarlo y pasarlo por la ducha de la manguera se lo dejo al pinche, que por unos euros por debajo de la mesa está dispuesto a todo. Ustedes comprenderán que no están los tiempos para que hacienda, esa cosa de ellos que pagamos todos, también se nutra de un buen lavado. ¿Acaso paga el ministro cada vez que le lavan los platos?

domingo, 20 de febrero de 2011

Mapas y cartas marinas


Es un anacronismo, dicen. Mi ninfa incluso mantiene que un día de estos ya nadie sabrá leer un mapa, por no citar carta marina. Que ella, ellas, nunca pudieron, es irrelevante.
Quizás tenga razón. Hoy ya se puede navegar con el juguete de Apple en el bolsillo. Incluso para las tabletas hay programas variados. Navionics le vende aplicaciones para iPhone y Androide a precio reducido con versión igual de barata para los de vista cansada y bolsillo amplio. En Europa la competencia no espera y ya han salido las primeras versiones para usar con el Tomtom de su vehículo. En Holanda incluso ya se ha digitalizado todos los charcos para usar con el iPhone. Los niños de Garmin lo tiene crudo. Es culpa de ellos con los precios que se tiran. No lo dude, acabaran arrodillando los precios según la lógica del capital. Programar está al alcance de cualquier autista y hay no hay margen para la formación de carteles que exploten durante años las plusvalías.
Conste que uno sigue pegando a los mapas de siempre bajo la consigna de que una carta marina jamás se le apaga la bateria, siempre esta lista, no tiene crash, no consume, no se altera. Hasta que el golpe de viento la hizo volar aterrizando entre las olas. Tuvimos que rescatarla y secarla al sol. Sigue funcionando. Aunque nos ha entrado la duda. ¿Tendremos que tirarnos al iPhone aunque solo sea como reserva?
La cantidad de excusas que hay que inventar parta hacerse con el nueve juguete del consumo. De momento seguiremos básico. Da, también, para bonitas fotos, ¿no?

viernes, 28 de enero de 2011

Los nombres de los barcos


La primera vez que fui a Erquy, puerto pesquero bretón, me sorprendió los nombres que adornaban las popas de sus barcos. Les hablo de hace veintitantos años. Acostumbrado al Monchito II, Carmencita, Virgen de la Candelaria, Ramón, Hermanos Pereira, Gaveiras, Joselito, etc, de mi pueblo, sucumbí al encanto de la rotundidez bretona. Aquellos mareantes tenían que ser unos tipos serios: Mar del Sur, Corsario, Relámpago, Capitán Cousteau, Piratas del Caribe, Filibustero, Estrella del Norte, Estrella Polar, Aurora Boreal…
He vuelto a Erquy, donde los barcos de poliéster han tomado el relevo de los viejos barcos de madera. Los nombres siguen siendo los mismos. Nombres dados por tipos que ya han pasado de la etapa de demostrar al vecino lo que todo el mundo ya sabe: ese bote es tuyo. Mucho les queda avanzar a los hijos del Toñita IV, mas ocupados en mostrar su posición irrelevante que en exprimir la mente para poder seguir cultivando el rico mar. Que se lo pregunten a los de Erquy, agricultores del Mar de la Mancha que viven de carallo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Preparando el barco para invernar


Ya han caído las primeras nieves paralizando el país donde duermo. Son las costumbres de cada invierno. Saludadas con placer por la prensa infame que a falta de algo serio que contar -no vaya a ser que el capital se cabree- se dedican al sensacionalismo de anunciar la nevada perfecta que por suerte no llega.
Rápidamente vamos preparando el invierno. Desde pequeñeces como asegurarse que todas las bicicletas llevan luces para hacerte visible en la noche pronta, hasta vaciar el barco para acurrucarlo en el hangar donde se proteja de fríos y lluvias.
La casa se convierte en un caos de miles de objetos que hay que limpiar y ordenar antes de guardarlos.
Controlar amarras una a una. ¿Están bien? ¿Hay que renovarlas? ¿Tienen moho en algún lugar? ¿El salitre asesino empieza a oxidar el metal? ¿Qué tornillos hay que cambiar? ¿Funciona todavía esa pasador? ¿Merece la pena lavar la bandera o compramos patrióticamente otra nueva? Esos remos hay que barnizarlos. ¿Hay que cambiar las bengalas de salvamento? ¿Los cartuchos de los chalecos salvavidas ya están caducados? No encuentro las gafas de sol. ¿Para que lleváis tanto vino en el barco si luego no lo bebéis? ¿Todavía resisten las baterías de las luces un año más? ¿Hay que barnizar la botavara? Tira ese cojín que ya se ha muerto…
Así vamos paso a paso seleccionando, limpiando, guardando, haciendo listas de compras…llenando la casa de caos hasta que todo de vuelta en su sitio, volviendo a soñar con nuevas navegaciones en el 2011... De momento, a contemplar la nieve.

domingo, 17 de octubre de 2010

Preparando el invierno


Aprovechando la tarde soleada de domingo, marchamos hasta Port Greve donde estaba atracado el barco. Los recientes robos por cuenta de las bandas de europeos del este, nos han obligado a abandonar el puerto de Brouwers. Se acabo el muelle abierto en el medio del pueblo; donde marinos, mareantes, turistas y comerciantes son actores del espectáculo. La sociedad abierta se cierra ante la amenaza del bárbaro, que en estos pagos no solo es musulmán si no también europeo muerto de hambre. De consumo, no de estomago. Que esa, hace tiempo que la dejaron atrás.
Port Greve es el muelle cerrado. Verja de altura. Pases electrónicos en las puertas. Control de visitantes. Isla de seguridad y relajo en medio de la jungla. Visto desde fuera. Dentro ni te enteras, y disfrutas de la tranquilidad de un buen puerto. Al otro lado, el mar.
Mar de Grevelingen que hoy, en contra de lo que dice el meteo que aquí no se suele equivocar, levantaba olas de poniente con viento fuerza cuatro. Navegamos hasta Brouwers para sacar el barco del agua. Ponerlo en el remolque para llevarlo para casa antes de amortajarlo en su hangar de invernaje. Antes que lleguen las primeras nieves que ya se anuncian.
Tendremos que limpiarlo. Sacarle las algas que acumulo los últimos meses a golpe de chiringazo. Repasar los desperfectos de la madera. Barnizar los mástiles, los remos. Recomponer la cocina, recargar las baterías, limpiar y secar las amarras…Trabajo para las tardes durante una semana.
Llegara el invierno y esperaremos a la primavera para cumplir el ritual a la inversa. Como muchos más, como antes. Solo nos falta un detalle: el Land Rover. ¡Miseria!

domingo, 3 de octubre de 2010

A la búsqueda del barco posible


Pasado el sueño del barco perfecto nos dedicamos al sueño posible. Lo que es más complicado ya que no se ve, no se toca.
La lista de las exigencias se hace completa. Ligero. Transportable en un remolque. Posibilidad de navegar en aguas poco profundas. Espacio suficiente para cuatro. tripulantes. Motor fuera borda. Velamen manejable por una sola persona. Marinero 100%…Hermoso. Vamos, la hembra perfecta. Si ve alguno por una esquina, un puerto, una marina, avíseme. Mientras, seguimos al acecho

sábado, 2 de octubre de 2010

A la búsqueda del barco perfecto


No debería haberme olvidado la interpretación que Mariano Aller daba en las tardes de té y farra compostelanas a mi interpretación proustiana de que “a percura do tempo perdido e perder inda mais o tempo”. Frente a los literalistas que asentían proponiendo actividades diversas, Mariano se sentaba a la pachanga mientras bebía lo que había. No hay nada más sublime que no hacer nada dejándose llevar, surfear si usted quiere, por las horas.
Cansado de estropear la espalda y agobiado por el espacio limitado del bote en el que navego, nos lanzamos la ninfa y yo a la búsqueda del espacio: más grande, más caro, más todo. Encontramos un Friendship 28 pies, 9 metros de largo, diesel Bukh, de esos que siempre encienden a la primera, cinco camarotes, wáter, cocina amplia, nevera para las estrellas…que les voy a contar. Al alcance del bolsillo, ya que la crisis en las regiones europeas donde duermo no existe más que en la mente de los políticos oportunistas.
Negamos los problemas: mayor calado, amarres más caros, mantenimiento idem dito, dificultad en encontrar un atraque,…¡lo queremos!.
Nos dimos la vuelta guardando los euros para otros mesteres. Evitamos la estupidez de deshacernos de la joya de la corona que poseemos cuando en un segundo de lucidez pensamos que la maravilla de las cosas pequeñas es que se pueden utilizar en todas partes. Ya oigo a Mariano diciendo: Debias de sabe-lo: é coma o da sardiña (Canto mais boa mais pequeniña)

viernes, 24 de septiembre de 2010

Barcos tradicionales en Bueu





No lo esperaba. De arribada en Bueu nos encontramos con unos preciosos botes tradicionales que decoraban la fiesta del pulpo. Lo de tradicionales suena a viejo. Pero significa de antes. Como los vimos en los tiempos de la infancia. Los recuperan algunos locos amantes de lo de siempre. De lo de todos los días. Ya que jamás ningún bote de poliéster moderno navego mejor que una Dorna gallega. Viejos no son. Navegan vivos y danzantes entre las ondas de la ría.

domingo, 11 de julio de 2010

El ladrón de motores fueraborda


Una mariconada. El mejor fin de semana del año para navegar. Todos los descebrados eyaculando delante de la televisión a costa de las piernas del prójimo para compensar lo que no tienen. El mar vacio. Todo para mí. De norte a sur. De poniente a occidente. Yo y mi bote. Solos por un día.
Me lo habían castrado. El fueraborda reparado tras varios intentos no estaba colgando de la popa. Se lo habían llevado. A pesar de la cerradura que lo protegía. Profesionales ellos. Lo que es de agradecer. Ni una sola ralladura le hicieron al barco. Educadamente dejaron los hijos de puta la boya salvavidas que les impedía la maniobra fijada al timón. No fuera ser que se la llevara el viento. Tan solo un rastro minúsculo del hierro partido que no vieron en la noche estropeaba la asepsia del acto.
¡Que te entren cucarachas por el ano y virus varios por la uretra hasta que de dolor insoportable te tires de un acantilado para remediarlo, señor ladrón de motores fueraborda!
1299 cuesta uno nuevo. 1399 si cambiamos a otra marca que no se sabe si es mejor pero más bonito. Es lo único que pregunta el agente de la autoridad local cuando fui a hacer la denuncia. ¿Lo tiene asegurado? ¡Seguro debía de estar si tu estuvieras vigilando, canalla!
No es cuestión de encabronar a la autoridad, por lo que nos comimos el discurso frustrado. ¿Qué va usted a hacer con mi denuncia? ¿Nada? Debería saberlo: Es para la estadística. Como pensar no tiene fronteras, lo extermine en el acto rememorando las escenas mas salvajes de Apocalipsis Now. Muy agradecido por el papelito a ver si el seguro paga algo. Iluso, ¿no has leído la letra pequeña?.
Total, que nos volvimos para casa a sentarnos delante del ordenador a la búsqueda del tendero más barato que nos permita lo más pronto posible volver a salir al mar. Un consuelo fue contemplar la tormenta que barrio las costas esta noche mientras dormía al lado de la niña de mis ojos. Y saber que el hijo puta, el ladrón prostático que me robo mi Mariner reparado para mal venderlo por 600 euros, no pego ojo en toda la noche mientras se rascaba el aparato que ya le empieza a caer.
¿Imaginación? No provoque a las meigas despertadas por conxuro ben feito

domingo, 4 de julio de 2010

Medusas


El día se proponía esplendido: Sol radiante. Viento del suroeste fuerza tres. Agua a 19 grados. De timonel, la ninfa de piernas de gacela, boca de nácar, y lo que no les cuento. Elixires de los monjes bien frescos a bordo. Quesos de abadía. Sardinas en puro oliva. Pan campesino pudiente…
Y el océano lleno de mantos blancos de medusas que no dejaban mojar ni los pinreles. Una plaga. Dicen que por aquello del aumento de la temperatura del mar a pesar del invierno atroz que hemos tenido.
Se irán en agosto. Dicen. Se quedaran hasta la eternidad. Dicen. Los pesimistas. Cada vez hay más. Dicen. Todos.
Hay quien las comparan con las hembras. Son hermosas. Más si las contemplas en el agua. Buceando. Hasta que las tocas y te pican el alma que solo alivia un poco de vinagre autentico. Lo que no siempre es verdad. Como esta de la foto. Que no tiene tentáculos y no pica. Se nutre de algas y otros nutrientes. Solo irrita cuando la tocas demasiado. Cómo las mujeres

sábado, 3 de julio de 2010

El mar también tiene curvas


Un día como hoy. Hace ya algún tiempo, me pario mi madre. Lo celebre recogiendo el fueraborda que esta vez sí parece estar reparado. Al menos no nos ha dejado tirado en ninguno de los lances de entrar y salir del puerto. 50 euros por limpiarle las entrañas.
El tiempo de bochorno de estos días trajo la bruma y la lluvia. Sirvió también para navegar en un mar vacio. A gusto de un viento a barlovento reposado.
Hasta que de repente, delante de la proa ves salir una cabeza del agua. ¿ O era una bolla? ¿Una botella perdida? ¿La cabeza de una foca? ¿Un bajo desconocido?
No se fie. El mar también tiene sus curvas