Aunque si lo duda, aquí a veces también sale el sol y pueden verse arco iris hermosos.
Los cafés lisboetas dan para otras masturbaciones mentales. Esta: donde hay bancos, hay dinero. Donde hay dinero hay mujeres hermosas. Donde hay mujeres hermosas hay tiendas por doquier. ¿Lo duda? Busque un oculista.
En los cafés lisboetas también puedes encontrarte con tipos que ya no se estilan en otros lugares europeos. Algunos parece intelectuales, pero eso ya no se lleva. Este, por ejemplo, vende gafas chinas con la etiqueta de Armani. Hay que reconocerlo, vamos desmejorando con el paso del tiempo
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