lunes, 8 de junio de 2009

Cuando vaya a Venecia pare en Padua


Le queda de camino. A poco más de media hora de Venecia. Es una capital provinciana donde los notables todavía van a tomar el café colgados de impecables corbatas de seda, y los poetas invitan a comer pizza a las ninfas en la plaza, mientras se adornan con fulares en combinación perfecta con el pañuelo de la chaqueta.
El barrio judío no tiene desperdicio, pero lo que hay que ver son frescos de Giotto. El padre de la pintura moderna. O al que le dieron el titulo. En cualquier caso uno de los primeros que dejo de copiar el esquemático modelo bizantino, o si quiere medieval, y marco el comienzo de las imágenes realistas. Luego vino lo demás.
No piense que es llegar y mirar. Cada cuarto de hora entran un número reducido de personas después de haberse aclimatizado a la fría temperatura de la iglesia.
Tendrá que pedir vez por internet www.cappelladegliscrovegni.it, o por teléfono, 049 201.0020. Cuesta12 euros adulto y 5 rapaces. No se lo pierda. No solo es cultura. Es ver uno de los azules añil más logrados de la historia. Dicen que por culpa de Dante. Mentira piadosa que le encanta oír al pueblo. No se la descubriré. Que se la cuenten en Padua.

No hay comentarios: