domingo, 1 de noviembre de 2009

Monumento a los jodidos judíos






Dicen las guías que es polémico. Solo lo entiendes cuando estas dentro de ese laberinto de hormigón gris.
Los jóvenes juegan al divertimiento de ocultarse. Su nariz le dirá que muchos lo han usado para evacuar la orina en, se supone, las noches de farra.
Los más pequeños solo ven el salto de piedra a piedra. Excitante volar entre el caos.
Algún tipo con pinta de intelectual pasea perdido entre bloque y bloque, entre cuesta y bajada.
Lo levantaron en un campo desolado detrás de la Puerta de Brandemburgo. Se trajeron a un yanqui de prestigio para hacerlo.
Parecia un imposible hacer algo para memorar a los miles de judíos que jodimos los europeos sin caer en caricatura.Creo que acertó.
Solo hay algo que desasosiega. ¿Era necesario convertirlos en bloques rectangulares pintados en el color del uniforme de sus verdugos?
Si lo repiten, que lo repetirán, siempre repetimos, levanten cilindros pintados de negros. Es lo más parecido a un judío masacrado, A los que se les debe volver de dotar de alma para que abandonen la revancha de ser ellos los que ahora joden a su prójimo palestino.
Y viceversa.

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