martes, 22 de diciembre de 2009

Navegar en el invierno


Los navegantes son unos tipos muy suyos. Muy cuerdos no son, ya que se debe estar un poco tocado del ala, o tener una hambre inmensa, para montarse en una caja que flota entre las olas del mar océano. Algunos esta clínicamente locos.
Aquí -pulse sobre 07-01 Kordato-encontrara a dos miembros del único club del que soy socio, el círculo de propietarios de Drascombe, en posición suicida.
Mientras que el pueblo maldecía las nevadas sucesivas y el frio grajeado, los muy optimistas se fueron a navegar de Lauwershaven a Schiermonnikoog, la isla holandesa más hermosa del Mar del Norte. El resultado pueden verlo en las fotos. Entre nieve y nieve tuvieron tiempo para darse una enchenta en el hotel de la isla, hacerse fotos, comprobar la calidad de las estufas chinas, navegar entre el hielo, volver a tiempo antes de que el mar estuviera completamente cerrado. El único fallo fue que no les dio tiempo de arribar antes de que se cerrara la esclusa. Los botes se tendrán que quedar en el agua hasta que el hielo desaparezca. Alguna virgen/ ninfa los protege. Al casco. Ha dejado de nevar y el termómetro ya no marca –15 grados.

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