viernes, 1 de enero de 2010

¡Aleluya! Los deseos solo era eso, deseos.


Ayer, mientras abría unas ostras atlánticas para comenzar la cena del fin de año, se me ocurrió conectar la televisión. Algo que jamás veo.
Empecé a ponerme nervioso. ¡El mundo había cambiado! Todos se querían con pasión. Se prometían el oro y el moro. ¿Tú das veinte? Pues nosotros lo miso y más. El paraíso a la vuelta de la esquina .!Yo sin enterarme!
Hoy, despertado y leyendo la prensa de la mañana, me di de bruces con un energúmeno con turbante que reivindica la reconquista de El Ándalus hasta mas allá de los pirineos, con mapa y todo. Varios descerebrados se volaron por los aires llevándose muchos más por aquí y allí. Los civilizados franceses han quemado esta noche 1137 coches para calentar el cerebro helado. Los neopijos holandeses se pasaron la noche apedreando los coches de bomberos que pretendía apagar los múltiples incendios provocados. El mundo entero quemo millones de billetes de pólvora en el aire contaminado. El opusdeiano presidente de mi país ordeno ayer que todos deben aprender ingles aunque maestros de eso y lo demás no hay. ..
Un día perfecto. Sigue habiendo trabajo espeso para los psiquiatras

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