Virtual. Desgraciadamente virtual. Pero así es la vida. Los euros no dan para estar todos los días en los muchos sitios que a uno le gustaría. Hoy aquí, mañana en Lisboa, ayer en Estambul, pasado en Roma, dentro de una semana en Florencia, o vamos a mojarnos a Londres…Pero el alma pide ir mañana a Compostela. A gritarle al cabrón ese de oportunista opusdeiano que tenemos de presidente. Al neopijo que ascendió en la escala social a costa de negar a sus cohetéanos el derecho a existir como individuos, como pueblo, como nación. A todos aquellos que optaron por ser los esclavos de su propia ignorancia. Los que renunciaron al derecho elemental de ser ciudadanos de primera y optaron por la limosna caritativa del que llena su propio bandullo imperialista.
Yo mañana, estaré virtualmente en huelga, manifestándome en Compostela por el derecho a ser pueblo y hablar el idioma mío, nuestro. Aunque se lo escriba en español galaico. Puedo contárselo si quiere en ingles, francés, holandés, portugués, italiano. Pero para qué. Si los que hablamos algunos idiomas los aprendimos por eso, por no ser paletos monolingües.
Direillo en galego: Pola defensa da nosa dignidade como individuos, cidadans, povo, nazón: a Compostela!
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