viernes, 25 de junio de 2010

Dormir en Florencia, dormir en Roma


Los que me leen saben que pertenezco a la cofradía de los slow travellers. Esa tribu que detesta los aviones y las prisas. Adictos a las camionetas lentas donde puedes transportar la mitad de tu casa. Donde hay espacio para traerte todos los recuerdos e inutilidades que no necesitas, etc.
No suelo frecuentar los hoteles. No es que me disguste una buena cama. Todo lo contrario. Me encantan. Pero la función de estas es ser territorio donde follar con tu ninfa a destajo y hoy estamos hablando de viajar: El arte de, en libertad, moverse de un lado a otro.
Si va a ver a los espaguetis, en Roma, les recomiendo que se vayan a dormir al Camping Flaminio. No tiene desperdicio. Incluso si es usted de los alérgicos a las hormigas puede dormir por precio módico en uno de sus bungalós. Un tren rápido le deja en pocos minutos en Roma. Centro. Con lo que ahorra puede darse otros gustos.
En Florencia hay que ir al Camping Village Michelangelo. En cinco minutos, andando y viendo un paisaje soberbio se encontrara al lado del puente viejo. ¿Qué más quiere? Es peor que el de Roma. Más viejo. Más primitivo. Cuando estuve la ultima vez tenían el agua caliente racionada. Hicieron descuento de desagravio. Lo que dio para xantar mejor. Volveré tan pronto pueda.

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