martes, 5 de junio de 2012
Para los que no cree en el capitán Nemo
Julio Verne nos hablaba de pulpos gigantes. Para el caso es lo mismo. Aquí tenemos un calamar de marca mayor. No de esos de los bocadillos, que son sepia, si no de los calamares monstruosos de las profundidades. Este es merendado, en descomposición, por el tiburón oportunista. Hoy que vamos de metáforas, la del banquero que sigue forrándose con la crisis. Si usted sigue manteniendo que de política nada, déjese ir por la corriente. Ya vera que pronto se convierte en calamar gigante o proteína barata. Es leí de vida. Puta pura sociobiología
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