domingo, 4 de noviembre de 2012

Rata de Canal

 

Al menos por estos pagos. Donde el grajo vuela desde hace semanas por los sumideros. Dentro de unos días llegaran los hielos. El congelador abierto que lo invade todo. Poco aconsejable para la piel de poliéster de la niña de mis ojos. Toca cambiar de espacio. De la mecedora de las aguas al trípode de acero en el muelle vacío. Trabajos de fin de semana.

Anuncia el parte viento fuerza ocho. Borrasca de la Mancha. Lo que los ingleses llaman una Rata del Canal. Esas borrascas asesinas que se levantan en lo mismo que un mangante le roba la nomina y te llevan al cementerio de Neptuno si te descuidas. Jodienda mayor. Que llega y se va sin avisar.

A las 6.30 en pie. Mirando al cielo, la veleta, las banderas. Ir o no ir. ¿Llegaremos a tiempo al muelle? ¿Podremos salir? ¿O te encoges o lo dejas por fuerza mayor? De rodillas no nos ponen irresponsables no somos…

Ahí la tienen. Atada y reatada. Cuerpo único con el pontón para soportar el ventarrón. Mañana, tras la calma, en la grúa, manguerazo para sacarle los mejillones y tras un trago de nuevo aceite lista para la primavera. La primavera. ¡Y lo que queda de invierno!

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