La pregunta entonces cambia. ¿Cómo es posible que a los sensatos les parezca una locura y a los viajeros una alternativa? Faltos de literatura abundante nos lanzamos de lleno al experimento científico.: fuimos de acampada.
De
vuelta la respuesta es a la gallega. ¿Se puede acampar? Si y no. A veces es
agradable. Muy pocas veces. El frio y sobre todo el viento polar hace la
estancia en los campings muy desagradable. El viento a veces incordia la vida
hasta convertirla en drama.
Cuando
se tiene poca plata el pueblo elabora la idea de que con una tienda barata de
Decathlon, la Quechua esa que tanto juego da en el Mediterráneo y un saco de
dormir de lo mismo, malo será. Algunos lo han sobrevivido. Conozco alguno. Mas
lo están lamentando. Este verano, en julio, he visto como las tiendas salían
volando. He contemplado roturas. Parejas en medio de la noche parapetándose entre
lagrimas detrás del coche. En el camping de Landmannahellir cayo en una sola
noche tres metros de nieve. Y tu allí con tu Quechua.
No crea
que hay que ser rico para ir de campista. Hay incluso tiendas de Decathlon que
aguantan estas incomodidades. Como esta. Solo hay que pensarlo antes. Como el
saco que debe llevar. De mínimos.
Hay que
tener espíritu, alma, y abuela, deportista. Hay que tener un colchón aislante.
Hay que saber que pronto deberá usted recogerse en su tienda.
En
todos los campings de los países escandinavos, Islandia incluido, intentan
resolver el problema del frio y mal tiempo con las salas comunales. En estas,
siempre abiertas, uno puede sentarse, cocinar, comer, charlar con el mundo. La
idea es excelente. Solo tienen un pero: el espacio.
Ese es
la tragedia, imposibilidad, de los campings islandeses. El auge del turismo ha
sido exponencial. El auge de las facilidades ha sido cero. He estado en campings
ocupados por mas de cien personas con dos duchas. Una para mujeres. Otra para
hombres. He dormido en campings en los que te cobran por ducharte bajo un
chorro al lado del vecino. He estado en cámpings de suciedad inmunda. Todos son
asquerosos.
Los islandeses
argumentan que solo están abarrotados dos meses de verano. Luego no hay nadie. Eso
no compensa la inversión. Es la desolación. ¿Quién duerme al aire libre bajo
cero?
El
camping de Vik es inmundo y asqueroso. El camping de Seljalandsfoss es un
letrero en medio del verde. El camping de Husafell es un letrero en medio de la
lava. El camping de Pingvellir es un
prado mal segado. El camping de Selfoss es visitable. El camping de Grindavik
es lo mejor que he encontrado.
¿Se
puede acampar? Si. ¿Volvería a hacerlo? No. ¿La mejor opción? Llevar/ Alquilar
una furgoneta donde se pueda dormir. Aparcar donde quiera . Visitar el camping
si le da la congoja.
¿Agua?
Litros gratis en cualquier estación de servicio.
¿Ducharse?
Lo descubrimos pronto. Por mucho menos dinero de lo que paga en los campings
puede bañarse desde las 7 de la mañana en la excelentes piscinas publicas y
después ducharse a placer. Caliente, siempre con agua abundante y caliente.
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