sábado, 6 de diciembre de 2008

Puta envidia



No me pregunte que tipo de bote es ya que no lo se. He intentado encontrarlo a través de internet sin ningún éxito. Lo vi en la semana del Morbihan, una sola vez. Navegaba a un ritmo asombroso. Tenia una velocidad de albatros. Cogía las olas con una suavidad exquisita. Navegaba sin inclinación, manejado por dos tripulantes que no parecían estar demasiado atareadas con la maniobra. Se perdieron con el horizonte dejando a los demás botes detrás.
Sentí una envidia inmensa.
Por fin la versión moderna del Drascombe se había realizado sin la nostalgia limitante que una y otra vez aplican los ingleses dejando sin resolver el problema de la herencia.
Me consuelo pensando que en algún sitio alguien ha dado con la solución de volver a construir un bote ideal.
Seguiremos buscando

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