domingo, 7 de octubre de 2012

Adivinanza

 

¿Sabe lo que es? Yo antes no. Ahora si, aunque tampoco. Le cuento: Me fui con hijo numero uno a celebrar que ya es adulto, aunque siga chupando del bote. Vista la neurosis familiar por el mar, acabamos en el acuario de Oosterschelde. Uno de esos sitios a los que no se va si no pasas de casualidad por allí. Aunque los viajeros en los Países Bajos deberían de visitar las esclusas que allí hay. Con marea y si puede – ya sé que no le gusta- temporal. El espectáculo de las olas es para filmarlo y usarlo como terapia en las largas noches de invierno.
Íbamos por el acuario. Una cosa modosa. Bien puesta. Con buenos ejemplares de peces. Buen gusto. Poca gente. Allí estaba esta “cosa”. ¿Una planta? ¿Alga extraña? ¿Plástico? Pues nada de nada. Leemos: huevas de caballito de mar. Y me quede extasiado. ¿Qué me atrae?  Que un animal tan hermoso como pequeño sea capaz de hacer filigranas perfectas. Se lo enseñé un día. ¡Caballón de mar!

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