sábado, 3 de noviembre de 2012

Aceituneros altivos...


No les hablo de la tropa de Jaén, que a mi eso me queda muy lejos. Menos del poeta. Que aunque me insulten jamás me ha movido. Sobre todo por aquello de lo de "gallegos de lluvia y calma". Calma ninguna y lluvia ten días; que andamos entre la gota y la sequia.

No, yo les hablo de las otras aceitunas. De las que ya no se venden. Que anda corriendo por ahí la voz interesada de que engordan que es una barbaridad y ya ni de tapa regalada te la quiere el pueblo narcisista. Esas que recolectan los de Jaén y algún listo las manda a Italia para que algunos, mucho más espabilados, envolviéndolas en cristal eyaculante, las venda a los europeos a precio de rodaballo del mar de arena.

Van dados. Luego vienen los del mercado que importando como sea las latas de griegos y turcos las venden a granel a precio de percebes del Roncudo. Pues nada. ¿La historia? ¿No joda que no se ha enterado? ¡Pero si le he explicado la esencia del capitalismo! Eso, las plusvalías. ¡Que no se enteran! ¿Por qué leches cree que están las aceitunas tan caras si a los de Jaén altivos nada les pagan?

 
 

No hay comentarios: