martes, 26 de enero de 2016

Viajar con lluvia


El pueblo viaja en verano. La elite cuando quiere. A todos los atrae el sol. Desde que se invento la playa nos masacramos por ir de vacaciones en los peores meses de asueto.
El frio se combate. La poca luz también. Lo que el mundo viajero no soporta es la lluvia.

Pues va usted aviado ya que hermosos destinos a donde se debe de ir se encuentran donde llueve  raudales. ¿Va a dejar de ir por una llovizna continua a cualquier paraíso que le excite?

No queda mas remedio que prepararse. Lo que es una contradicción. Los humanos no estamos hechos para la lluvia. Nos podremos vestir de Gore Tex, subirnos a zuecos, botas de plástico o si se pone descalzos. Nos ocultaremos debajo de un paraguas o silbaremos debajo de la lluvia. Al final del camino llegara a una conclusión: la única posibilidad de disfrutar bajo el aguacero es cuando nos olvidamos de el. Que no es poética si no técnica.

La única forma adecuada de no fracasar en la lluvia es adaptar nuestro organismo con la vestimenta necesaria para conservar nuestra temperatura corporal constante. Eso se llama estar siempre seco. ¿Cómo se hace? Respuesta imposible ya que depende de la temperatura exterior, su actividad, etc. Respuesta posible: comience por pensar. Bajo un paraguas, tal vez. Como va a hacerlo. Eso. Siempre seco.


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