Esta usted avisado: Saintes- Maries-de-la-Mer. O Les Saintes-Maries según otros. Capital de siempre de La
Camargue. A donde hay que ir. Al menos
hasta ahora.
Alli hubo en otros tiempos que ir en
peregrinación. Es una pena que este articulo de Wikipedia sobre las peregrinaciones solo este escrito en el original francés. Merece leerse. Si no
le da el idioma le queda el consuelo de ver las fotos. Da una idea de lo que
organizan todas las primaveras -24 de mayo- y comienzo de verano, los
camargueses.
Ya no es el pueblo salvaje que era. El
progreso lo acorrala todo. La gran playa se ha civilizado. El alcalde nos ha
metido algún km de paseo marítimo. Se ha llenado de restaurantes mediocres a
precios caros. Consuela que entre uno y otro también hay donde elegir. Las
calles se han nutrido de tiendas baratas para turistas despistados en el
clásico modelo francés: de verano vístase de blanco Nilo. Las gitanas seguirán
intentando venderle la postal mientras lo sablean. Eran cien. Son miles.
A Les Saintes íbamos a ver a la virgen
negra. La virgen salvaje sacada de cualquier lugar de la India y cristianizada por
el oportunismo de la iglesia católica. La tenían acorralada en el sótano de la
iglesia. A los padres de la moral aquella muñeca negra nunca les dio mucha
confianza. ¿Pero que quieres si todos los años atrae a mas de 10.000 devotos “viajeros”
que no estan dispuestos a hacerse a un lado? Eso. Concelebrar. Festa rachada
entre la bendición apostólica de cualquier cuervo.
Pues nada. Hoy no hay virgen que ver. El
letrero dice que esta cerrada a cal y canto por renovación. Por mucho que lo
intentamos no pasamos de los sacos con cemento. Otra cosa no hay. ¿Oiga y no se
le ocurre temporalmente otra alternativa para verla? Para eso no esta la
Francia, Monsieur
Los gitanos, a los que ahora les han cambiado
el nombre en viajeros, no se fían. Jamás se han fiado y no tiene argumentos
para hacerlo. Hasta el museo local de tamaño miniatura es reparado. Dicen.
Habrá que esperar al verano. Sin virgen,
ya avisan, ardera la marimorena. Mientras, alli, nada que ver.
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