miércoles, 5 de septiembre de 2012

La anarquía de los descerebrados: Historias de Compostela

 
 

Viajar da para mucho. Te protege de la demencia. Dicen. Te cura la estupidez. Siempre.
Ahí pone: No plantes una árbol. Quema un coche. Se quedo tan tranquilo. Acto revolucionario. Anarquismo frontal. “Dícese de cuadros progresivos de demencia que se producen por atrofia del lóbulo frontal…etc,etc".

Cualquier calculo rápido de lo que cuesta plantar un árbol frente a la reparación de los desperfectos originados por la quema de un coche lleva a la misma conclusión: vence por mayoría rebosante el plantar ciruelos. Para esto no hay que ser inteligente. Simplemente hay que pensar. Eso se lleva poco en las tierras fronterizas.
A Compostela llegan tribus de todo pelaje atraídos por la masa. Visto lo que se lee en los muros hay mucho desquiciado suelto. Algunos, cínicos, mantienen que los autores no han llegado. Son los de dentro. Argumentan que visto el panorama de señoritos que unen desuniendo para sentarse en las sillas del chupeteo, es defecto de la raza. ¿Usted lo sabe?


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