lunes, 25 de enero de 2016

La Alhambra





Dicen que es el monumento mas visitado de Iberia. Sera. Estuve, en navidades. Estaba rebosante. A pesar de ser las 8.30 de la mañana. No, no de los habituales. Japoneses, indonesios, indios, algún yanqui, la intelectualidad europea.

Lo de rebosante no era aprieto. Las visitas reguladas funcionan. Al menos cuando yo por alli anduve no había grupos de imbéciles pegados a un guía narcisista. Si usted se lo toma en calma el pueblo después de la foto de rigor y los cinco selfies se marcha de corrido y es posible admirar el edificio sin golpes. Desconozco si esto también es en los meses de verano en los que me imagino que esta a reventar.

Aunque la Alhambra se vende como un conjunto, que funcionalmente fue, su visita debe realizarse en por partes. No se preocupen. La necesaria compra de entrada lo organiza. La visita de la parte mas valiosa y preciada, los palacios nazaríes deben realizarse con entrada programada. Ese es el centro y recomiendo empiezo del día y de su visita.

Este conjuntos de distintos edificios es un sumun de la belleza y arquitectura árabe. A pesar de haber sido abundantemente modificados por la barbarie intelectual del poder de turno, se han conservado relativamente bien. Hay algún adorno cristiano que incluso lo enriquecen y el resto sucumbe a la grandiosidad nazarita. Debe verlo.

La Alcazaba es curiosidad. Descanso después de tantas emociones en el Mexuar, el cuarto Dorado, el palacio de Comores, el salón de Embajadores, el patio de los Leones… que quiere que le cuente. Frente a su puerta, en la plaza de los aljibes un kiosco ofrece café de verdad a precio obrero.

Después es seguir a la masa y relajado, puede visitar el resto. Acabando en el Generafile. Le recomiendo volver a Granada a pie. Además de sano le dará tiempo para ir reponiendo emociones. Por el hermoso camino se encontrara las mejores tiendas de regalos, guitarra para guiris incluida, de los mejores artesanos de la ciudad. Al menos de esos que todavía hacen algo con sus manos. Cuide la cartera. Para los otros. Los insoportables “dame algo” que al final del recorrido molestan al paisanaje. De llegada al plano. En la inmensa plaza, puede tumbarse en una de las terrazas. Yo no se lo recomiendo. Tomando a mano derecha, por la ribera del rio se encontrará con unas de los mejores tascas y restaurantes de Granada. Pero eso es su y mi gusto.





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