¡Ah! Ciudadanos votantes y jodidos. Vosotros, campesinos del asfalto. Marinheiros y mareantes. ¡Ah Capitanes da Mare Oceánica! Ninfas lujuriosas y de las otras. Hijos caros y ruinosos. Hembras de bandera. ¡Amigos meus! Ah, Rainha das pernas de gacela, peitos mazan, beixo de nácar. ¡Ah!, navegantes de los océanos de papel cuadriculado y digital… Este, hoy, os desearía que en el 2010 os mariconeen menos de lo acostumbrado; cosa inútil ya que seguiréis votando a los mismos que lo hacen. En mejora, os deseo algo que si esta dentro de vuestras posibilidades: Las mejores navegaciones por rutas de asfalto, digital y sobre todo maroceánicas
jueves, 31 de diciembre de 2009
Comunicado no urgente pero si necesario a los lectores de esta hoja
¡Ah! Ciudadanos votantes y jodidos. Vosotros, campesinos del asfalto. Marinheiros y mareantes. ¡Ah Capitanes da Mare Oceánica! Ninfas lujuriosas y de las otras. Hijos caros y ruinosos. Hembras de bandera. ¡Amigos meus! Ah, Rainha das pernas de gacela, peitos mazan, beixo de nácar. ¡Ah!, navegantes de los océanos de papel cuadriculado y digital… Este, hoy, os desearía que en el 2010 os mariconeen menos de lo acostumbrado; cosa inútil ya que seguiréis votando a los mismos que lo hacen. En mejora, os deseo algo que si esta dentro de vuestras posibilidades: Las mejores navegaciones por rutas de asfalto, digital y sobre todo maroceánicas
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Cuidad a los ferroviarios/ Viaje a la locura 15

Aquí Mariano. El celador de guardia. Mire doctor T, aquí al teléfono tengo una de las suyas que parece estar como un cabra. Con perdón de Dios. Ya ha llamado varias veces y dice que se mata. Si no le molesta se la paso y de paso le subo un cafecito. Que creo que va para largo.
-¿Oiga, es el psiquiatra? Mire, usted a mi no me conoce. Yo soy paciente del doctor R. que dicen que no está. ¿Seguro que no está? Bueno, es lo mismo. R. me ha sacado todas las pastillas para dormir. Me ha llamado drogadicta y yo que sé. Pero yo sin patillas no duermo. Hace días que no duermo. Usted tiene que recetarme otra vez las pastillas. Si no me receta ahora mismo las pastillas le juro por mi madre que me tiro al tren. Al tren. ¿Lo entiende? O pastillas, o al tren. Me dejo caer en la vía y ¡zas! Luego el que no duerme es usted. Que le remorderá la conciencia por cabron. Si me mato es su culpa. Por dejarme ir. ¡A mí! ¡Madre de cinco hijos! ¡Entérese! Su culpa...
-Buenas noches señora. Perdone que le cuelgue pero hay un maquinista de la Renfe esperándome
martes, 29 de diciembre de 2009
Los manjares de los monjes y otras creencias
El que esto escribe es ateo militante. El que esto escribe es católico cultural. ¡Ojo! Católico. No confundir con cristiano ni, bajo peligro de asesinato, con reformado de calcetines negros. Lo último, para los que no se codean con estas tribus- hay muchas ya que jamás están de acuerdo en la interpretación de cualquier párrafo de la biblia- es difícil de entender. Hay que vivirlo.
Si, confundido, piensa que esto es una contradicción irresoluble le sugiero que lea “Las contradicciones en el seno del pueblo” del camarada Mao en aquella edición imposible de Akal. El dictador chino lo explica a la perfección. Que sabía mucho de contradicciones este canalla. Imagine, desvirgar revolucionarias adolescente mientras les explicaba cómo ser buen comunista.
Yo se lo explico con metáfora. Si usted tiene el desliz de tirarse al vecino/ a, como católico, tiene la oportunidad del mea culpa. Enderece el rumbo, no el carallo. La vida sigue.
Si usted pertenece a los negros reformados, se ha jodido hermano/a. El infierno tenebroso le espera.
Como todos los humanos sabemos que alguna vez meamos fuera de la taza, señoritas incluidas, -¡que tire la piedra quien jamás se ha mojado los pantalones!-, las religiones eficaces dan alternativa al creyente confundido..
Más que eso. Dan de comer, ¡y cómo!, al hambriento. Nuestros monjes siempre han sido útiles. Fabrican elixires perfectos, quesos para embriagarse… Aquí les enseño mi merienda de ayer. Una Agnus de Corsendok, rubia triple para beberme con mi rubia. Un queso trapista para zamparlo con una morena, cerveza y/o hembra. La ultima delicia de los Padres de la Abadía de Vergaville “affine a l’eau de vie de Mirabelle de Lorraine a.o.c.”
Por eso. No confunda a estos obreros de sus manos y la oración, con los que se manifiesta para defenderá la familia a la que renunciaron y que jamás han tenido. Que aproveche.
lunes, 28 de diciembre de 2009
Amberes, de vuelta
Volví a Amberes. Hacía dos meses que no iba por allí. Sigue en el mismo sitio. Sigue como siempre. Tarde de sábado llena de ricos holandeses cargados de bolsas, burgueses flamencos asaltando las tiendas de delicatesen y otras delicias. El pueblo salido de los barrios arrastrando el lorcho por el Meir, escaparate de capital hambriento.
Hordas de turistas escolarizados por las calles de la zona vieja en busca de la inexistente alternativa: el sur, zuid, puesto de moda por el ayuntamiento con poster y sin contenido.
Nos tiramos a la literatura francófona y los bares. De lo primero les iré contando estos días. De lo último, les mento a mi abuela: Doña Ernestina decía con su exageración cubana descripta por Carpentier, que el mundo avanza que es una barbaridad. En cuestión de bares es así.
Hace no muchos meses, por ejemplo, les recomendé en estas hojas que estando en Amberes se fuera a dar una vuelta por el Berlín, bar de moda, citado en todas las guías. Allí fui, de peregrinación, a comer al mediodía. No vaya. Hordas de turistas. Gritos. Maleducados camareros marroquís que no saben de la amabilidad belga, mesas asquerosas. Solo la comida es aceptable a precio aceptable.
Mi Ninfa, intelectual conservadora, mantiene que jamás hay que visitar un bar que figure en una guía. Tiene razón. Por eso les recomiendo mi último descubrimiento: A dos pasos de la catedral, en la esquina Papenstraat, Oude Koornmarkt. La mayor colección de jenever, no confundir con ginebra, del país. Los mejores elixires de los monjes. Una simpática camarera. Música clásica para relajar los efluvios. Wifi gratuito. Sin ruidos. Sin imbéciles. Como en su casa.
domingo, 27 de diciembre de 2009
La mejor cerveza del mundo hay que ir a buscarla a Westvleteren

Aunque le parezca no queda en el culo del mundo si no en el culo de Bélgica. Un tanto a desmano no más. Pero les aseguro que vale la pena. No lo digo yo. Lo dicen todos los que aprecian los elixires de los monjes. Estos trapistas militan en la izquierda cristiana, ya que se niegan a comercializarla. Usted, como consumidor puede pedirla por teléfono, si le contestan. Todo lo más cargara su coche de cajas por las que ha tenido que pagar buena consigna. Más no le dan ya que antes ha debido facilitar la matricula del vehículo. No se aceptan camiones. Contractualmente se compromete usted a no revenderla. Barata no es. Cara tampoco. 24 botellas de 33cl están a 28 euros la rubia, 32 la exquisita morena dubbel. Si ha conseguido encargarla, es necesario, le dirán cuando puede pasar a recogerla. Y luego eso, entienda porque algunos veían ángeles, demonios, y demás maravillas. Yo veo ninfas, otra perversión. Salud hermanos, es navidad.
sábado, 26 de diciembre de 2009
Estufas chinas

Los asiduos a esta página habrán visto en el post del día 22 de diciembre como intentaban calentarse los dos navegantes holandeses en medio de una infernal nevada. Pues la cosa funciona. Esta pequeña estufa de procedencia desconocida, ya que decir china no es decir nada, funciona maravillosamente. El mismo modelo calienta mi barco y mi biblioteca. Toda una joya. En estos pagos al precio de 49 euros.
La mía me la regalo mi cuñado hace ocho años, para calentar las travesías invernales del viejo Ceive de acero. Encenderla y quedarse en camiseta era una. Hoy calienta el Ceive de poliéster y en los días de arribada invernal, la choza de mis libros, los fríos de la Ninfa. Sin inmutarse por la edad.
Gasta pocos litros de parafina, la de siempre. La que encendía las lámparas de los pesqueros cuando jugábamos a piratas de altura. Hoy le llaman aceite de lámpara. Sera por la última subida de precio.
No levanta humo si la mecha no es raquítica. Sirve para calentar el agua para el café, secar la ropa mojada, hacer unos huevos…eso, también.
Los canadienses venden las Coleman de gasolina. También tengo una de mis años de campista en los montes de las Ardenas. Se la desaconsejo. Son caras y apestan a gasolina mientras vomitan el negro humo de esta al quemarse. Solo sirven para calentar el piranjallo en las noches en las que se le ocurra la tontería de ir a pescar congrios a la luz de la luna en algún acantilado irlandés con una buena botella y amigos.
Eso, caliéntese de cualquier forma. Durara un poco hasta que lleguen los calores del verano
viernes, 25 de diciembre de 2009
Por navidad, cava/ Viaje a la locura 14

-¿Qué tal guardia has tenido el día de noche buena?
-¡Cojonuda, tío! Toda la noche sin dormir
-¿Necesitan tanto a los psiquiatras?
-Nada, absolutamente nada.
-¿Entonces por qué no has dormido? ¿Tocándole el culo toda la noche a las enfermeras?
-Mira, doce borrachos, cinco flipados de cocaína, ocho que se sentían solas, tías, cuatro que los mando la familia por insoportables, supongo, dos que se querían morir durante algunas horas porque no los querían, la anoréxica asidua a la que entubaron con turrón por navidad…y el único que de verdad necesitaba un psiquiatra entro ya muerto con la soga colgando.
-Joder, ¡qué día! Vamos a atizarnos esta botella de cava que me ha regalado un paciente agradecido. Un rosado perfecto, mira, mira, parece el meo de una ninfa..
-Pero R. ¿tú ya te has colocado?
-Desde hace dos días T. ¿no ves que es navidad?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)