sábado, 4 de febrero de 2012

Votos en tarde de invierno


Esto sí que es apasionante. Si miras a la izquierda contemplas los últimos rayos del sol que se acuestan por detrás de Cap Gris-Nez. Si giras hacia la derecha ves la mole blanca de Cap Blanc-Nez, que hoy desaparece entre la neblina que va entrando. Dentro de un rato será lo noche total. En el mar no hay farolas. Todos lo más luces de los barcos que fugaces cruzan la Mancha.
Twitter diarrea que si votaron al aparato o a la reina de las ilusiones. Hasta los hay que se emocionan. No es mi mundo. Me da lo mismo. Uno escoge entre otras opciones. Como objeto de estudio sí.
Mientras contemplas las olas que van y vienen, los colores que ofrece el reflejo del sol caído en la arena húmeda, los gritos de los pájaros… ¿sabe alguien por que han ganado por los pelos los unos y los otros, aquí y acola? Nadie se lo va a contar. Mañana nos ofrecerán todos los plumillas las masturbaciones de esta noche, elaboradas detrás del ordenador ya que las tertulias del Café Derby ya no existen. Para que las lea el pueblo hambriento de desinformación.
Las olas seguirán batiendo la arena de la playa. Llovera o escampara. Habrá calma o temporal. Pero jamás nadie explicara porque hoy, como ayer, los de las ilusiones, que eran más, perdieron ante los del aparato. ¿Quiere saberlo?
Para tomar el poder hay que ser como la naturaleza: suicida.

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