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martes, 9 de octubre de 2012

Paris: Historias de mujeres


Andaba buscando la librería de viejo que había en la Rue de Bac, había. Vendía excelentes libros de medicina antediluvianos. De esos en los que los dibujos siguen manteniendo actualidad aunque el texto se ha pasado. Es la reivindicación de la imagen frente al discurso. Aunque me excomulguen los de mi cofradía intelectual. Usted ya sabe que estos viejos solo mamaron la televisión a edad madura y de 6 a 8. Así quedaron.
A lo que íbamos: la librería. No estaba. Murió el librero. Murió el evento. Hoy venden velas con aroma a olivos y campos de lavanda de la Provenza. El mundo intentando inútilmente combatir los cheiros. No cambiamos.
Por allí me encontré con otro viejo librero que se ha tirado al porno. Vende imágenes de despelotados de ambos sexos bajo la disculpa de cultura. ¿Conocen ustedes el poster? En su tiempo despertó una polémica inmensa tras su aparición en Vogue Francia. Una hembra de bandera despelotada, abierta, con pinta de orgasmizar, desvestida con perlas y tacones. ¿Qué tendrá esto que ver con el perfume que anuncia? ¡Un millón al que lo entienda!
Pues nada, paso el tiempo y se quedo en poster a dos euros que nadie  compra. Al final el público se queda con la mujer de la esquina. La de la vida. La que mira, comenta, escoge, deshecha, dice, se ríe… A nadie le gusta chupar plástico ni papel. ¿Entiende?

 
 

martes, 1 de noviembre de 2011

Bruselas: Una San Miguel para este, la rubia para mi


Si estando por las Bruselas le entra hambre patriótica le recomiendo que acuda rápidamente a la tienda española de la Rué Blaes en el barrio de Marollen. Nada que objetar al chorizo de Pamplona, los chorizos picantes de León, el salchichón de algún sitio, las morcillas de Ávila, el buen jamón de Lugo, las cervezas hispanas, todas mediocres excepto la suprema Estrella de Galicia, Cola cao a esgallo, callos Calvo en lata, mantecadas de Astorga, polvorones de la Reina, turrones del año pasado de Alicante, alguna pasa mora, los dátiles turcos…
Lo que jode el espectáculo es la rubia de la cerveza San Miguel. Lúpulo mal dosificado que nos sigue convirtiendo en un territorio de tribus reprimidas. Al día de hoy, sacar a la tipa medio vestida haciendo de toro es de una ordinariez friki. Si nos quieren poner sexo, que nos traigan a una de las niñas que vive del enseñarse. Las lolas de la Loli, si, pero no esto. Así quedamos. A ver si se nos animan los chicos de la tienda, nuestra mejor embajada en la capital de Europa a cambiarse a la modernidad. Las hembras patrias se lo agradecerán. Algunos machos también. Para no tener que escuchar estupideces del tipo: una San Miguel para este, la rubia para mi. ¡Me quedo con el bocadillo de manchego con anchoas!

sábado, 16 de octubre de 2010

A donde ir


Es la pregunta de la semana. Un incordio. A medida que vas haciendo millas cada vez es complicado encontrar nuevos destinos que te exciten como antes. No lo hemos visto todo. ¡Qué va! Ni falta que hace. Por no decir que a veces es más grave: a determinados lugares jamás iré. Ni regalado.
A medida que te vas envejeciendo comienzas a buscarle acomodo a tus neurosis personales; aquello que otros llaman gusto. La vida también te marca los límites. Recorrer los acantilados de las costas de Europa a la búsqueda de los nidos de araos ya no es posible. Recorrer las pistas imposibles en una VW t3, tampoco. Cuando no había dinero era complicado todo. Ahora que algo hay es complicado el resto: todo.
Recorremos a husmear en la colección de guías de viaje. Perdernos horas detrás del ordenador intentando no confundir lo que es información con propaganda. Leemos alguna revista que nos cuenta quien la subvenciona, mas que nada. Algun blog enseña lo que otros vieron y se agradece. Seguimos buscando para llegar a la conclusión fácil que la semana que viene, si la huelga no lo impide, estaremos otra vez mas en Paris. Disfrutando de repetirse.
En el mar todo es más fácil. A dónde vas viene marcado por los puertos. A donde llegas, por los vientos. Los que tu jamás manejas. Como la vida, pues

domingo, 8 de noviembre de 2009

¿Es esto un anuncio?


Ustedes dirán.
Yo digo que no. Enseñar una hembra suculenta, en tamaño eyaculante, en medio de una de las calles más concurridas del pueblo, para que se les levante la testosterona a ellos, y, quizás, ya que dicen las mujeres que así no funciona, la envidia a ellas, ¿sirve de algo? Si lo hacen, teniendo en cuenta los gastos, tendrá alguna función. ¿Vende más? ¿O es un sustituto de la erección del que lo ha pensado?
Cuénteme lo que piensan señoras. Enséñeselo a su hembra, la que tendría que lucir el modelito, y luego, lo mismo.

miércoles, 17 de junio de 2009

La manipulación de los publicistas


¿Se trata de una viciosa que se dedicaba de acostarse con toda polla erecta?
¿O una desesperada a la busca de dinero?
¿Se habría dedicado a vender las curvas si hubiera podido vender la inteligencia?
¿Hubiera escogido ser puta para todos si hubiera sido posible ser ninfa para uno?
Etc, etc
Pero como se trata de vender se inventan el vicio de la ninfómana que solo existe en la imaginación de mal servidos y los libros de psiquiatría