domingo, 25 de diciembre de 2016

Dublin en moderno


El mito la convirtió en una aldea de escritores, oficinistas, esbirros anglófilos, traidores, campesinos irredentos, obreros extenuados, mujeres abrefacil, patriotas
fracasados, católicos de boquilla…


Se dedicaron una temporada a ser la envidia de Europa creciendo por encima de cualquier sueño. La receta era fácil: jóvenes letrados trabajando en tecnología de alto rendimiento, salarios bajos, competición atroz. Se forraron los Google, Apple, y demás mangantes.

Dublín se ha convertido en una de las aldeas más caras de Europa. Uno de eso lugares a los que usando el sentido común no iría. Sus iglesias son mediocres, sus museos estan vacíos. Los bares están
hechos para turistas americanos en busca de su identidad. 

Se balancean entre una colonia yanqui y la opresión inglesa de siempre… Que no digan que no los he avisado: recorra Irlanda pero olvídese de Dublín

Como Joyce decía: esa cerda que devora a sus hijas  
       


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