jueves, 2 de febrero de 2017

No se fie de los musicos. El ejemplo de Barcelona


La mayoría son ellos. Un misterio ¡oiga! Ya que ellas son legión. No solo eso. Es lo que debe usted cultivar como rosas en flor. Sin una ninfa que no le toque un instrumento no hay vida. Es lo que hay.


Por las calles de Barcelona solo encontré una que con una buena voz se enviciaba con la opera. Lo del vicio es una forma fina de definir el ardor que ponía. Todo pasión. Todo orgasmo. Como siempre, ellas.

El resto era miseria. Bandas de tipos, solitarios perdidos, incluso algún caradura que recantaba cd’s de Placido Domingo sin que le saliese el color. Una forma moderna del deme algo.

Nada les he dado. Los hambrientos que piden estos dias por Barcelona se han copiado el texto y las faltas anunciando todos tener ‘insulina’. Es un mentira más falsa que creerse músico porque posees un instrumento. Merece premio. La música, va de otra cosa: la pasión de tocar