miércoles, 27 de junio de 2012

Los videos del Sr. Vuitton

Fue el rey de la maleta. Se convirtió en el rey del negocio. Vende lujo. Lo venden como lujo. Lo imitan con pasión. Lo compran con la misma.
Sus iniciales me horrorizan. Es el gusto hortera de la ostentación de la marca. Pero le hacen unos videos hermosos.
Algunos son la exhibición eyaculatoria de la burguesía pudiente. Otros es cultura cosmopolita. Los hay de cultura a secas. Otros son hermosas obras de arte. Aquí los encontrara a mancheas.
Este, nos enseña como hacer una maleta. En la mía, que no tengo, transporto otras cosas cuando salgo al camino. Mas que maleta arrastro mochila, que siempre te acompaña. Pero aprender como doblar una camisa, es independientemente de la marca. Aqui abajo les dejo el resumen:



domingo, 24 de junio de 2012

Banderadas



No la busque en el diccionario que no viene. Debería venir. La palabra. Por lo mucho que se usa. La acción de exhibir banderas.
Alguna vez les conté por aquí la filosofía incuestionable del irlandés: de una bandera no se come; sin ella te comen. Tanto que hasta me hice mi bandera particular que hoy ondea bajo la de mi infancia, patria. La que llevo a donde voy. Para que pregunten de donde es. Mía.
El mundo se empeña en sacar la bandera de los otros. Aunque sueñen que es la de ellos. Nadie jamás les ha preguntando si les gusta o les encabrona. Pero la abanean con pasión. Fíjense:
Están los patriotas estos de la pelota. Los que a falta de otro orgasmos mas sabrosos eyaculan cada vez que un bien pagado acierta metiendo el balón entre los palos al grito de “somos mejor que los gabachos”. Xa quixerades! dicen en mi tribu. Siguen queriendo. Desesperan queriendo. Morirán queriendo mientras agitan la enseña del capital.
No crea que en esto los hispanos son únicos. Habas, en todos sitios. Los griegos intentaron sublimar la sodomización del capital europeo agitando bandera y canticos revolucionarios frente a la pérfida nazi. Consideraciones a parte de que tal hembra proviene de la cultura del comunismo de la Alemania Oriental, les falto saber que las alegorías de la perfección siempre suelen vencer. Un día de estos, los vecinos del al lado que con razón no les soportan, sacaran la "vermelha e verde" para que el mercenario blanco les derrote por goleada con el apoyo y jolgorio de los nacionalistas radicales de las tribus galaicas que odian al moro español. Aunque la roja no sea mas que una franquicia vascocatalana con gotas de aquí y allá.
Por el norte de Europa, lo de la bandera, tiene usos más familiares. No crean que no la usan. La sacan cada dos por tres.  Toda casa que se precie tiene una con mástil bien proporcionado. Se la venden lista para el uso en las grandes superficies al módico precio de 14,95  euros “in all”.
Yo también la he sacado. Como todos. Mírenla bien. ¿Observan los libros colgados? Es la costumbre holandesa de sacar bandera, libros y mochilas y dejarla abanear al viento cuando uno de los hijos ha superado con éxito el examen final del bachillerato. Las calles se llenan de banderas, las familias se felicitan, los vecinos acuden. La bandera como símbolo de superación, de esfuerzo, de premio al trabajo que tú has hecho. Tú, no el otro; el de las piernas de oro.
Así le he puesto la bandera a mi princesa. Que se lo trabajado. Aunque no sea la mía. Es la suya: una bandera racional.

Las barbas de los viajeros


Me cuenta una de las ninfas que me lee que estoy a la última moda. Esa que marca la hoja parroquial de El País.
A lo que íbamos: los jóvenes vuelven a lucir barbas. Lo de jóvenes no vea como me empalma. ¡Siempre a la vanguardia! ¡Hasta en eso de la juventud! Revertida.
Pues no sé que decirles. Las barbas de navegantes y viajeros, cofradía en la que milito para desesperación de hembras finas, son un incordio. Cada vez que se cruza una frontera, una aduana, un aeropuerto.
Frente al goce superior de no tener que maltratarse todas las mañanas delante del espejo jodido que sin preguntar te comunica que te estas haciendo viejo, gordo, feo, demasiado alcohol ayer, etc, etc, está el aduanero/a de siempre, ese hijo/a de puta altivo/a.
Ese cabrón que despierta de la modorra cada vez que vislumbra en la cola un barba portante. El posible terrorista que lo redima de la monotonía de controlar las caras de esos desagradecidos que siempre tienen prisa; esos desgraciados que no valoran el trabajo sublime de defender  las fronteras que ha puesto el amo que le paga y que jamás son las que hay.
No importa a donde vayas. En USA miraran con lupa si llevas un Corán en el pensamiento aunque arrastres la medalla de la Virgen del Carmen que te puso tu madre al cuello cuando naciste. El alemán prusiano te colocara el pasaporte debajo del mentón y te mirara hasta el aburrimiento con sus ojos de azul asesino. El turco no te mira. Hojea hasta el aburrimiento el pasaporte. Hasta que decide. Si que tu entiendas por qué. El hispano arrogante  pregunta y repregunta. Quiere saber todo. Hasta lo que ganas. Insiste. Siempre te revolverá la maleta que tanto trabajo te ha costado cerrar. ¡Bienvenido a la Gran Bretaña! La próxima vez vuelva afeitado y no lo incordiaremos preguntando que se a perdido por aquí…
Ya lo sabe: si quiere ser terrorista, o cruzar gacelero fronteras, no siga la moda. Aféitese o se arrepentirá. ¿Entiende usted por qué?





viernes, 22 de junio de 2012

Mas sobre la competicion por las proteinas



Es una ballena muerta. En una playa australiana. Los tiburones compiten por el mejor bocado. Por el uso de la playa con los bañistas.
Algun loco sigue en su tabla. Lo cuenta Rachel Campbeel en su blog.

“What I do know is that my ignorance has gone out the window and I am well aware of those beasts outside my control. I will still surf here though, because it’s not about merely surviving this ocean, its about living and breathing everything that this crazy place has to offer. Let’s just hope those sharks are full for now.”

Como la vida. Todos compiten. Todo se aprovecha. Todo es recicable. La naturaleza, dialectica, no se para.

jueves, 7 de junio de 2012

En el paraíso, a veces, no se trabaja


Imagínese bajo el sol caliente. La suave brisa del mar que aplaca la temperatura. El silencio de las gaviotas. Que es música. El vecino en la lontananza. Ni se le ve ni se le oye. Olvidándose de la prima, el rescate, la madre que los pario…

Ya me salen los izquierdistas que es de postal para ricos. ¡No me toquen el carallo proletario! Los costes del viaje se reducen al tiempo (y la elección del momento oportuno en el día oportuno). Este, el día, fue de amanecer con niebla. El pueblo veraneante espera cabreado en la bocana del puerto. Miran y mira para el cielo y solo ven la niebla gris que lo cubre todo. Demasiada humedad en día demasiado cálido. Ayer. Hoy fresco de flece. O como dirían mis tías, que son cursis de Ferrol, de rebeca, que es como chaqueta.
Marchan uno detrás de otro para casa. Marchamos para fuera. No se veía un pimiento. El primer barco que se cruza navega precavido. No se ve un burro a cuatro metros. Los barcos a motor se escuchan tétricos cuando los vas a tener encima. Los veleros no. Se te echan literalmente encima.

De repente la nieve se vuelve blanca. Rosa. Cruzas el arco y estas en medio del océano. Bajo el sol. Todo el mar para ti. Vacío. Hasta llegar a las islas del paraíso. Normalmente mas concurrido que la Brava Costa en mes de Agosto. Hoy solo con dos aventureros, llámele, si quiere, suicidas irresponsables que no quieren saber que nos estamos hundiendo, como tu.

Hay encuentros que matan



Arribo al puerto de Rotterdam con la ballena colgando. Venían del otro lado del charco. Dicen que se la encontraron por el camino. Intentaron por todos los medios sacársela de encima. Que no es cuestión de llegar a puerto con el culo al aire. Luego la autoridad se encabrona porque la han puesto en movimiento y pregunta. Pues que no se soltaba la muy muerta. Que muerta estaba. Ya que mover, las olas y el barco. 15 metros más o menos. Que jodienda. Pues nada, a puerto con ella y ya veremos la que cae. Dicen ahora que ya estaba muerta cuando se la llevaron por delante. Lo peor que podían decir. Que la autoridad presume de precisa y vuelve a preguntar y repregunta.
Yo hoy no les hablo de metáforas. Que luego se me subleva el derechio, que también me lee. Pero no dirán que a veces en la vida en mejor no encontrarse con algunas moles, esas que como el capital, matan.


martes, 5 de junio de 2012

Para los que no cree en el capitán Nemo



Julio Verne nos hablaba de pulpos gigantes. Para el caso es lo mismo. Aquí tenemos un calamar de marca mayor. No de esos de los bocadillos, que son sepia, si no de los calamares monstruosos de las profundidades. Este es merendado, en descomposición, por el tiburón oportunista. Hoy que vamos de metáforas, la del banquero que sigue forrándose con la crisis. Si usted sigue manteniendo que de política nada, déjese ir por la corriente. Ya vera que pronto se convierte en calamar gigante o proteína barata. Es leí de vida. Puta pura sociobiología

Esto es lo que hacen los bancos: sociobiologia para aprendices

Una de las metaforas del dia: la competicion por las proteinas, el robo del tiburon bancario... lo que mas le guste

domingo, 3 de junio de 2012

Los escaparates de las putas


Me preguntan por las mujeres que venden su cuerpo detrás de esos amplios ventanales en algunos tugurios de Ámsterdam. Hay que decir que no solo es en Ámsterdam. Cualquier villorrio holandés que se precie tiene una o dos calles con las mismos comercios.  La prostitución es un negocio. Que mueve mucho dinero. Pero es mucho más.
La imagen de esas mujeres exhibiéndose -¿o son exhibidas? detrás de los cristales produce excitación. A ellas y ellos. Entre el cabreo y el aplauso. A mi también me fascinan. Desde hace algún tiempo. Por otras cosas.
Cuento: Recién salido del hospital de Groninga con el título de retejador oficial del Reino Naranja, un director de manicomio desquiciado me nombro jefe del servicio de urgencias psiquiátricas en una ciudad de 250.000 almas y una prisión de mujeres. Uno era joven, ambicioso, tenía ideas y, suicida, estaba dispuesto a llevarlas a la práctica. En su totalidad. ¡Caiga quien caiga!
Los cipayos mandaban de vez en cuando a alguna detenida por consumo de drogas, destrozos corporales, y simulaciones perfectas. Hasta que de repente se nos llenó el quiosco de nigerianas. Pequeñas hembras exquisitas, completamente psicóticas, retenidas y detenidas en los prostíbulos de Rotterdam, que esperaban en la cárcel local a ser repatriadas.
Aprendimos muchas cosas. Lo que es la trata de esclavas. Que el hambre es también un problema de educación e inteligencia. Que para tener poder no solo hay que dominar la boca del fusil, sino principalmente la ignorancia de las masas. Que la religión no es el opio del pueblo: es más grave: es el cáncer metastizado que lo corroe todo.

Aquellas ninfas de ébano habían sido engañadas, traídas a Europa con promesas, mantenidas en el sistema después de hacerlas pasar por rituales de vudú en que se les cortaba el pelo del coño no solo para la satisfacción de los posibles clientes si no para atarlas corto. Ellas creían a pies juntillas que mientras que el pelo estuviera en manos de la madame no había escapatoria.
Progresistas y revolucionarios como éramos nos propusimos salvar el mundo, redimir a las hembras, ofrecerles la libertad. ¡Que palo! Hoy, el golpe, todavía me duele en el alma.
La primera fue M. Escultural. Subida a sus sandalias doradas de 14 cm empalmaba a personal e internados mientras bamboleaba las tetas al ritmo de la macamba. Nunca mejor culo se divisó por las tierras de Overijssel. Sacada por la policía de un antro de Róterdam enloqueció en la cárcel de Zwolle creyendo que sus días estaban contados. Conseguimos traerla de vuelta a nuestro mundo. Nos ayudo un Testigo de Jehová que entendía de discursos del mas allá. Le arreglamos, ilegalmente, un subsidio de desempleo. El asistente social, engañando a quien fuera, consiguió un piso de protección para ella. Las almas caritativas de Europa le ofrecían a la ninfa nigeriana lo mejor de la Europa nórdica.
Salió orgullosa por la puerta. Esta vez andando en sus divinas plataformas. Antes me había insultado. ¿Si yo me creía que ella se iba a conformar con mil euros al mes? Allá, en los prostíbulos de Róterdam, eso y muchísimo más se levantaba la ninfa por semana arrastrando su culo dorado en lentejuelas de mirra. Nunca la volvimos a ver.
Siguieron muchas más. Una detrás de otra volvían al dinero fácil. No lo entendíamos. ¿Cómo alguien vendía su cuerpo divino a aquellos mal follados de la tierra? ¿Qué sistemas hacen que sigan atadas con sus coños a la esclavitud?
Más tarde aprendimos que algunas se liberaron y siguieron por cuenta propia. Dueñas de sus euros trabajando libremente en lo que algunos consideran una profesión. Solo apto para las hembras de altura y hermosura. Las menos. ¡Menudo consuelo!
Es fácil decir como los demagogos que ellas escogieron ese camino. Igual de fácil que mantener que toda puta es una esclava. Todo un mundo complejo, mas lleno de sombras y miseria que de luces y progreso.
Sobre algo si estuvimos todos pronto de acuerdo. La única forma de redimir a aquellas hembras solo tenía dos caminos: la escuela para ellas; la represión y el escarnio para ellos.

sábado, 2 de junio de 2012

Amsterdam




He subido otra vez más a Ámsterdam. A renovar el pasaporte. Ejercicio de paciencia franciscana. Las oficinas de esa cosa que llaman España siguen estando llenas de funcionarios ya cansados antes de su nacimiento. Siguen manteniendo el concepto de súbditos y vasallaje.
En Ámsterdam no. Allí hay otra cosa. Es una de las ciudades por las que se pirran los europeos. Todos quieren ir y visto el turisteo que pasea por los canales del centro, bastantes van.
A mi Ámsterdam me horroriza. Pueden ustedes insultarme. Antes les diré por qué: es la caricatura de la miseria hipócrita de la doble moral del capitalismo europeo: la creación suprema de la iglesia reformada de Calvino aquí, Lutero en el resto. ¡Ya quisiera para si el Vaticano!
Deformación profesional también. Cuando arribe a estos puertos pasen horas trabajando en  medio de la escoria humana que como aluvión imparable recalaba y sigue recalando por los canales en busca de los paraísos artificiales. Muchos, muchos más delos que usted piensa , jamás vuelven.  El volumen de esquizofrenias causadas por el uso del hachís holandés es uno de los datos mejor escondidos de Europa. Demasiados intereses en que se conozcan. Los millones de euros que levanta el negocio, con sus impuestos, que aquí somos todos muy legales  e incluso lo que mata cotiza a hacienda.
Ámsterdam tampoco me gusta por la agresividad de sus gentes. Lo que posiblemente necesitan para sobrevivir. Un poco más allá de los dos canales que todo turista patea también está la miseria de los guetos  de extranjeros musulmanes. Esos sitios donde ser blanco es un peligro y te puede costar más que un arañazo de cualquier descerebrado iluminado por su dios y su frustración. Llego al paraíso y sigue en la mierda ya que la comida no es gratis a las fiestas a él no lo invitan.  Esa es la gran tragedia de aquellas tierras. Aceptaron con la disculpa de acumular florines que el enemigo se metiera en casa bajo la mentira de la tolerancia que ni unos ni otros tienen.
Todo europeo de pro está convencido que el holandés medio es un tipo profundamente tolerante. Eso del haz sin molestar y deja hacer. Los propios holandeses cultivan el mito con gusto. Da euros  de ganancia ya que hay quien viene a visitar el paraíso. Se van convencidos de que lo vieron aunque nada de eso hay. Holanda – igual que sus primos daneses, que de lo mismo presumen- es un país campesino profundamente conservador. Hay quien confunde libertad, con explotación publica de las prostitutas detrás de los cristales. Si usted tiene la oportunidad de platicar con un mandamás de la policía, no le contara  que esta teorica libertad lo hacen bajo el  lema de que cada uno escoge la profesión que quiere y la mujer  es dueña de su cuerpo. No, lo que le contara es que es la mejor forma de control del problema. Con la coletlilla: y pagan impuestos.
Siga yendo a Ámsterdam, mire los cuadros del Van Gogh, juegue la salud fumando porros, hagan  fotos de la bicicletas, cómprese unos bulbos de tulipán para la tía Engracia, pruebe la asquerosa cerveza, si  tiene un mínimo de estética cámbiese a la banda de los Rembrandt que allí si se pueden ver…y siga soñando que está usted en la cuna de la libertad. El paraíso mejor controlado de Europa. Sin paraísos es la vida insufrible, ¿no?