jueves, 15 de enero de 2009

Tren holandés choca con pájaro


Se me ocurrió subirme a uno de esos trenes amarillos para llegar a tiempo a Utrecht. No debí de haberlo hecho. Se me había olvidado que los trenes holandeses campeones en otros tiempos de la eficacia nórdica se han convertido en la banda de pancho villa. Lo peor no es tener que viajar de pie. Apretados como sardinas en lata. Oyendo las conversaciones telefónicas del prójimo. Desde el menú para la cena hasta las pulsiones sexuales de la noche anterior o chicos llego tarde me he comprado unos zapatos nuevos...
Ahora hasta se para en medio de las vacas y la voz del revisor dice amablemente por los altavoces que lamenta comunicarnos que por el choque con un pájaro tendremos un retraso de media hora. Me froto los ojos para sentir que no estoy soñando. Vuelve a repetirlo. ¿Sera un complot para que los que viajamos nos quedemos en casa?

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