sábado, 6 de junio de 2009

Los problemas sexuales de los italianos



Desde que los plumillas de El País decidieron tirarse la manta al hombro y partir a la guerra antiberlusquiana, la política se ha vuelto seria. Competiciones y cuchilladas empresariales aparte entre los dos imperios mediáticos, El País tiene un argumento: Italia es una república bananera y el Berlusconi cumple a la perfección como líder fascista en su acepción clásica.
Pero la cosa es mucho más complicada. Los espaguetis como colectivo tiene un problema: No saben qué hacer con la libido. La que sienten entre las piernas, y la otra


¿Cómo es posible que una sociedad seria siga manteniendo en el poder a un viejo verde? Porque ese es el sueño de todo italiano medio, ser como Berlusconi. Algo así como el sueño de cualquier españolito: ser funcionario. Lo ves en cualquier calle italiana. Aquí, en esta foto. Colgada como un asesinato a la cultura, junto a la arena veronesa, tres putas de lujo nos venden oro y piernas para que compremos una conexión a internet. No nos dicen los megas que nos dan, la rapidez en la conexión, los servicios antispam…no, nos venden su erección.



Algunos intelectuales se han preguntado cómo es posible que sean las mujeres las que más votan al capo fascista. ¿Todas putas? Eso es no decir nada. Las mujeres se arriman al poder. Se han arrimado siempre, ya que si te doblas el capo te protege. Y cuando tienes que vender, vendes. Esta muñeca veneciana, también vende trajes a las mujeres desde su escaparate. Con las piernas abiertas del sexo desmadrado. Convertimos el estado en el lupanar universal y abierto. Olvidándonos de que el sexo es un asunto privado. ¿O ya no es así? Parece que no, enseñar el sexo es demostrar el poder. Por eso a partir de ahora, pasee su puta particular en público y el pueblo lo aplaudirá mas. Incluso es posible que alguna vecina le preste más atención. Nos cubriremos de mierda, que no de gloria. Generación Viagra

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