Miren niñas, cuando ustedes lleguen por estos pagos se darán cuentan que ninguno de los modelitos que lleva le sienta bien para codearse con las francesas del lugar. No desespere. Tiendas espesas. Su tarjeta de crédito se empeñará en meterla en la tienda del fin del mundo:
Por aquello del nombre, tiene poesía, posiblemente el surtido, mas posiblemente la situación: el culo de la marina. No se deje engañar. Allí no hay nada que una hembra de altura tenga que ponerse. Siga sin desespere. Coméntele que está demostrado científicamente por este menda, que se dio muchas vueltas buscando material para reparar una lona, que el comercio más barato de suministros navales de toda la zona es este otro, en el medio de la zona técnica de la marina:
Argumento irresistible para cualquier macho humano. Y usted, mi niña hermosa, en el primer piso encontrara todas las combinaciones marineras para seguir siendo una señora de postín sin que su macho se resienta demasiado en su presupuesto. ¿Qué más quiere? Con el ahorro tendrá para llevarla a un restaurante. Mañana le cuento donde.
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