domingo, 18 de octubre de 2009

Llegar


Ya estamos en la dacha. Apoltronados delante de la chimenea. Amarrados al Colheita 1991. Viendo como fuera llueve a chuzos. El frio de las noches abajo cero. Todo un contraste con el sol de las terrazas de hace unas horas. La diferencia entre el norte y el sur.
Encontramos todo como lo dejamos, mas polvo acumulado. Los chorizos no entraron a joder la marrana. En los manzanos incluso cuelga la cosecha de este año sin que los vecinos y paseantes se beneficiaran; todo un manifiesto de educación frente la raposería de los padres de la patria hispánica. (O síntoma de imbecilidad por no “haber optimalizado las posibilidades” –léase robo- según Arturito el empresario).
Entre las cartas amontonadas ninguna factura perdida. El Renault que se quedo aparcado delante de la puerta solo presenta telas de araña. Vamos, que es como si jamás hubiéramos partido.
Vuelves al curro y siguen en lo mismo de ayer. Te enteras que nadie se ha muerto y todos han vacacionado como han podido. ¿Seguro que te han echado de menos?. No lo creas.
Solo queda una alternativa para no caer en la letárgia mental y tragar de un golpe el porto de 27 euros por estos pagos: Volver a partir

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