domingo, 11 de julio de 2010
El ladrón de motores fueraborda
Una mariconada. El mejor fin de semana del año para navegar. Todos los descebrados eyaculando delante de la televisión a costa de las piernas del prójimo para compensar lo que no tienen. El mar vacio. Todo para mí. De norte a sur. De poniente a occidente. Yo y mi bote. Solos por un día.
Me lo habían castrado. El fueraborda reparado tras varios intentos no estaba colgando de la popa. Se lo habían llevado. A pesar de la cerradura que lo protegía. Profesionales ellos. Lo que es de agradecer. Ni una sola ralladura le hicieron al barco. Educadamente dejaron los hijos de puta la boya salvavidas que les impedía la maniobra fijada al timón. No fuera ser que se la llevara el viento. Tan solo un rastro minúsculo del hierro partido que no vieron en la noche estropeaba la asepsia del acto.
¡Que te entren cucarachas por el ano y virus varios por la uretra hasta que de dolor insoportable te tires de un acantilado para remediarlo, señor ladrón de motores fueraborda!
1299 cuesta uno nuevo. 1399 si cambiamos a otra marca que no se sabe si es mejor pero más bonito. Es lo único que pregunta el agente de la autoridad local cuando fui a hacer la denuncia. ¿Lo tiene asegurado? ¡Seguro debía de estar si tu estuvieras vigilando, canalla!
No es cuestión de encabronar a la autoridad, por lo que nos comimos el discurso frustrado. ¿Qué va usted a hacer con mi denuncia? ¿Nada? Debería saberlo: Es para la estadística. Como pensar no tiene fronteras, lo extermine en el acto rememorando las escenas mas salvajes de Apocalipsis Now. Muy agradecido por el papelito a ver si el seguro paga algo. Iluso, ¿no has leído la letra pequeña?.
Total, que nos volvimos para casa a sentarnos delante del ordenador a la búsqueda del tendero más barato que nos permita lo más pronto posible volver a salir al mar. Un consuelo fue contemplar la tormenta que barrio las costas esta noche mientras dormía al lado de la niña de mis ojos. Y saber que el hijo puta, el ladrón prostático que me robo mi Mariner reparado para mal venderlo por 600 euros, no pego ojo en toda la noche mientras se rascaba el aparato que ya le empieza a caer.
¿Imaginación? No provoque a las meigas despertadas por conxuro ben feito
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