jueves, 14 de julio de 2011
Hotel cinco estrellas
Lo del lujo es algo relativo. Ayer vi en una cadena de tv inglesa un anuncio de un coche italiano. Más de lo mismo con mucho cromado se vendía bajo el eslogan “lujo es una necesidad”. Días atras era “un derecho”. Algún día llegara a ser un incordio.
En hoteles de lujo he dormido muchas veces a cuenta del capital que me lleva y paga. Hay quien pierde el culo por ello. No me van. Si exceptuamos la calidad de la cama el resto suele ser superfluo. Son como los abalorios de una mujer, corbatas que estropean un buen traje. El lujo viene dado más por la ubicación, la hora, el clima. Una cubierta de paja en isla de arena blanca calor tropical y cerveza bien fría seguro que sabe a mas que dormir entre los terciopelos del María Christina en el invierno europeo. Un decir.
Aquí tienen mi 5 estrellas favorito. Móvil como las holas del mar. Apto para todo lo que se debe hacer en horizontal, nevera, wc, cosa digital, despensa de vicios, elixires y licores. Barato a más no poder.
Que no lo engañen con general de mil estrellas. De esos que antes de combatir ya perdieron todas las guerras
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