martes, 11 de octubre de 2011

Los amantes del parque d' Egmont


En Bruselas todo empieza en la Plaza Mayor o Grande, como ellos dicen. Jamás he entendido por qué. Allí nunca hubo mucha vida. Si turistas. De antiguo, el poder. Que no quiere que lo miren. Fue más lugar de paso y exhibición.
Vida, movimiento, en la plaza del Gran Sablón, arriba, en lo alto de la cuesta. Por medio, de paso obligado y natural, el parque de Egmond, delante del palacio del mismo nombre. En su tiempo la residencia de la familia. Hoy, el hotel oficial del ministerio belga de asuntos exteriores; perdón, residencia de invitados.
Olvídelo. El parque no. O una pequeña parte del parque no. Esta que le enseño. Bajo este corredor verde pasean las parejas amarradas bajo la lluvia que allí no cae. Paraguas, que incordio cuando tocas, no necesitas. En verano te protege del calor de fuera mientras te quemas con el de dentro. Puestos a hacer, los bancos de piedra a los laterales sirven de lecho de amoríos.
Esta avisado, si va a Bruselas con su amor, suba al Sablón, y ya veremos si llega.

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