jueves, 2 de febrero de 2012

La derrota del alemán




Fueron levantados con precisión germana. Encima de las dunas de Wissant. Tenían que defender a los nazis de la invasión aliada. Invencible muro atlántico comandado por el general Rommel. Militares salva patrias frente a los acantilados de la blanca costa inglesa. En los días sin niebla se contemplaba a simple vista al enemigo. Menuda paliza iba a darles la superior raza rubia.
Resultaron ser tan malos como su cerveza. Mire en lo que se han convertido. Estos no fueron arrasados por las bombas de 500 kg. Se los llevo el mar cortándoles los pies; la arena en las que se soportaban. Error garrafal. La arena que todo lo invade es tan oportunista como el viento. Cuando menos lo esperas cambia de lugar. La arena, metáfora del pueblo insignificante.
Ya saben la máxima marxista: la historia se repite como una caricatura. Hay quien se empeña en afirmar que si la guerra la ganaron militarmente los aliados, económicamente la ganaron los germanos. Hoy, mirando la cosa del Euro, se reafirman. Volvieron a equivocarse. Es una máxima de la naturaleza: todo órgano empalmado, después de la eyaculación, decae.

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