martes, 6 de marzo de 2012
La visita del camarada J-G a Wengernalp
Es cosa difícil de saber. Hay quien se empeña que allí estuvieron el camarada Carlos y su amigo Engels. A los suizos no les priva la cosa. Solo anuncian la visita de Lord Byron , Alphonse Daudet, Mark Twain, Felix Mendelssohn, Johannes Brahms, Richard Wagner, y un etc. de intelectos desconocidos. Desde hoy tendrán que decir que también estuvimos acompañando al camarada J-G y su ninfa.
Es de memorar. Una pradera de buena hierba delante de los tres picos más famosos de Suiza, con un hermoso hotel. La vista es grandiosa. La tranquilidad también. El hotel practica la decoración marítima. Pero eso nos priva. Los vinos italianos puestos a enfriar fuera entre la nieve nos asesinan. Las ganas de irnos. Desconocemos si en los tiempos en que quizás estuvo el camarada Marx ya se practicaban estas sanas costumbres, pero ante tamaña mesa de quesos y tartas solo queda volver.
No apresure usted si esto de andar no le va. Se monta en el tren en Wengen, dirección Kleine Scheidegg, y de un golpe y cinco minutos allí lo ponen esta. En una estación de tren donde nada hay, a dos metros del hotel. Vamos, que si quiere tranquilidad, vista y vicio, a Wengernalp
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