domingo, 14 de octubre de 2012

La feria de los libreros en Frankfurt

 
 
 
 

Es uno de los espectáculos europeos que alguna vez en la vida hay que ver. Vamos, como ir a San Andrés de Teixido. Aunque a usted allí no se le haya perdido nada. En la Buchmesse  ni tan siquiera se pueden comprar libros. Excepto hoy, el último día en la que las editoriales se desprenden del papel. Que los costes de llevarlos de vuelta a casa se han puesto por las nubes...

¿Que hay por allí? Antes se podía ver y tocar los libros editados en medio mundo. Empiezan a escasear. Últimamente muchos  se exhiben en soporte digital. Incluso los que jamás se han editado en ese medio. Entre carrear quilos de papel y hacer un montaje audiovisual, empieza a primar lo segundo. Con el desapruebo del publico. Que quiere tocar, oler, hojear.

Claro que los editores ni se inmutan. Ellos van a su negocio. Comprar y vender los derechos de los escribas. Hacerse con el betseller soñado que te haga rico. Aunque con los libros, la mayoría  poco  gana. Encorbatados los alemanes, impecables los italianos, prácticos los yanquis, de cuadros los ingleses…allí están a lo suyo. Sin inmutarse.

No intente ir allí para enterarse ni de lo que se lleva ni lo que se llevara. Solo vera papel. Miles de papel impreso, mayormente del mundo anglosajón. Para enterarse, eso si, que algunos países se lee y en otros. En el sur, poco

No hay comentarios: