miércoles, 11 de junio de 2014

Staffa Island & Fingal' s Cave
















Es la segunda vez que me pasa. Según los agoreros a la tercera sucumbimos. La primera vez fue en Irlanda. Navegando a las Skelling. Islote perdido en el medio del Atlántico. La segunda vez ha sido ahora. Intentando ver la Fingal's cave. En otro islote perdido en el mar de las Hebridas al que llaman Staffa.

Las dos veces tuve la ocurrencia de meterme en el bote de un local. Esos tipos un tanto poeta. Un tanto suicida. Un tanto necesitados de dinero. Los que combinan el arte de las mareas con el sablazo al ciudadano necesario para sobrevivir los inviernos en los que no es posible salir al mar. Comidos por la culpa bíblica dan lo mejor que tienen: el conocimiento del mar de ellos.

El escocés se dedica al cultivo de sus ovejas. Lo del barco fue una necesidad. Llevar a los animales a pastar a Staffa entre los nidos de frailecillos. Acabo dominando el arte de tomar las olas.

Que lo podamos contar no se debe solo a su arte de navegante, que también; fue el mar que hoy nos perdono la ola definitiva para destrozarnos entre las columnas de basalto.
Juramos, sin consistencia, no volver a repetirlo. Es difícil no volver a pecar delante de tamaño espectáculo.

Fingal' s cave es tambien musica. Esta vez no pudimos oírla. La ola asesina tocaba a arrebato. Mendelssohn pateo la gruta en 1830 e inspirado escribió Die Hebriden, Opus 26. Un poema sinfonico para los que gusten. La jodio dedicandoselo al rey de Prusia. Un energumeno como todos los royales.


Fingal’s cave es turismo. De viejo. A pesar de ser reserva natural protegida, el dinero hace que todos los veranos cientos de turistas compitan con las ovejas en destrozar los prados verdes. No sabemos muy bien a que van ya que lo que hay que ver hay que verlo entre las olas. Será eso. Demasiado mesetario con piernas temblorosas. ¿Como explicarles a estos tipos y tipas que la única forma de aprender a bailar es cuando tus piernas se acostumbrar a mantener el equilibrio en los vaivenes de la vida, perdón, olas? 

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