miércoles, 27 de enero de 2016

Le Crotoy, lugar de nada


Venia en el mapa. Lo que viene en le mapa hay o hubo alguna vez que verlo. Aunque ahora que los mapas sucumben al tomtomismo no se debe fiar uno mucho de ellos. Pero alli siempre hubo algo. Y hubo. Hasta la señora doña Juana de Arco, mito francés, anduvo por estas tierras dando lanzas.

Nosotros íbamos a lo nuestro: ver pájaros. Que vimos. Vimos algunas cosas mas. En los meses de verano debe ser visitado por cientos de familias con hijos que buscan un lugar de veraneo tranquilo, pagable y de mar seguro. Dispone de todo tipo de facilidades de los lugares de veraneo. Alli la marea sube y baja sin espavientos. Son los grandes arenales que el mar del Norte te regala cada 4 horas para dejarte extasiar por la luz que alguna vez también enamoro a los impresionistas.

Siguen conservando el encanto de la tradición francesa. Ese arte de ir renovando la vida sin que deje de parecer vieja. Lo aprovechan este invierno los pensionistas de aquellos pagos para subir la glucemia en los buenos restaurantes de la playa que siguen ofreciendo las delicias y pescados del mar a precios normales. Estaban abarrotados. Lo que no significa que no lo traten con rapidez y esmero de la Europa eficaz.

Por el resto, la nada. Eso si, el eterno garaje francés que lo arregla todo. Envidia, ¿eh? Lo del garaje.


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