lunes, 11 de abril de 2016

¿Dónde dormir en La Camargue?





Posiblemente nos hemos hecho miembro de la cofradía de los maniáticos. ¡Sin enterarnos! ¡Lo mas grave!. Lo dejamos para otro día. La evidencia dice hoy que cada uno se lo monta de acuerdo sus avenencias y hasta eso “ ten dias”

La lógica humana dice que a medida que vas llegando a un lugar debes buscar alojamiento. Hacerte por unas horas con tu espacio propio, tu habitación wolfiana donde puedas hacer lo que te va en gana. 

Es lo que hago cuando viajo en mi furgoneta camper, el vehículo ideal para estar hoy aquí y mañana un poco mas lejos. El único instrumento existente de libertad que te permite que te alojes donde te da la real gana. Por mucho que el pueblo se empeñe en pensar que solo visito campings, mayormente ninguno. Por cierto, el camping a donde van todos es el de Santa María. La Brisa. Al lado del mar.

Cuando a uno le da por el lujo malayo y se tira al hotel me sale la querencia de escoger una localidad central que me permite visitar todos los lugares a ritmo de otra lógica, el tiempo que le quiero dedicar a las cosas que dicen que hay que ver. Lo que implica ir dando tumbos.

Visitando la Camargue lo lógico es dormir en Aigües Mortes. Alli estan no solo los mejores alojamientos. Estan la mayoría de los alojamientos donde alguna vez entro el gusto.

Hay dos hoteles que se pueden visitar. Les Remparts y Villa Mazarin. He dormido en los dos. En Mazarin pretendían cobrarme mas por dormir en la misma cama un sábado que un viernes. Mientras en Remparts me la ofrecían por menos. Misterios de la Santísima Trinidad.

Villa Mazarin te ofrece el mejor desayuno de la zona. Tiene una tripulación amable y presta, lo acaban de arreglar. Derrama lujo a lo francés: plástico. Ya sabe usted, llenarse de frasco de perfume sin haberse metido en la tina para atizarse con jabón de Marsella. Si no se fija le da el pego. Pero los muros de las gigantescas habitaciones son de papel. Una desgracia para las románticas que todavía piensan que a los hoteles se va solo a follar. Cuando los viajeros a lo que van fundamentalmente es a dormir, leer y escribir. Volveré.

Remparts es otra cosa. Presume de lujo en el castillo. Es menos plástico e igual de amabilidad. Debe probar su restaurante asequible en la noche. El desayuno, informal en el café no vale lo que cobran. Me dieron una habitación de bandera con un campo de futbol como cama. Hubiera servido de campo de polvos y otros actos de gula si no fuera que tras el arte de visualizar una cama de orgia, llegas a la conclusión que la cama del Mazarin, moderna y sin menos espavientos es la que da mejor dormir.


Del resto, ¿qué quiere que le diga? No puedo asegurarles que en la masificación del verano sigan derrochando los servicios y simpatía que en Marzo de fresco me han dado. ¿Pero quien viaja en verano?




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