Posiblemente nos hemos hecho miembro de la
cofradía de los maniáticos. ¡Sin enterarnos! ¡Lo mas grave!. Lo dejamos para
otro día. La evidencia dice hoy que cada uno se lo monta de acuerdo sus avenencias
y hasta eso “ ten dias”
La lógica humana dice que a medida que vas
llegando a un lugar debes buscar alojamiento. Hacerte por unas horas con tu
espacio propio, tu habitación wolfiana donde puedas hacer lo que te va en gana.
Es lo que hago cuando viajo en mi furgoneta camper, el vehículo ideal para estar hoy aquí y mañana un poco mas lejos. El único instrumento existente de libertad que te permite que te alojes donde te da la real gana. Por mucho que el pueblo se empeñe en pensar que solo visito campings, mayormente ninguno. Por cierto, el camping a donde van todos es el de Santa María. La Brisa. Al lado del mar.
Es lo que hago cuando viajo en mi furgoneta camper, el vehículo ideal para estar hoy aquí y mañana un poco mas lejos. El único instrumento existente de libertad que te permite que te alojes donde te da la real gana. Por mucho que el pueblo se empeñe en pensar que solo visito campings, mayormente ninguno. Por cierto, el camping a donde van todos es el de Santa María. La Brisa. Al lado del mar.
Cuando a uno le da por el lujo malayo y se
tira al hotel me sale la querencia de escoger una localidad central que me
permite visitar todos los lugares a ritmo de otra lógica, el tiempo que le
quiero dedicar a las cosas que dicen que hay que ver. Lo que implica ir dando
tumbos.
Visitando la Camargue lo lógico es dormir
en Aigües Mortes. Alli estan no solo los mejores alojamientos. Estan la mayoría
de los alojamientos donde alguna vez entro el gusto.
Hay dos hoteles que se pueden visitar. Les Remparts y Villa Mazarin. He dormido en los dos. En Mazarin pretendían cobrarme
mas por dormir en la misma cama un sábado que un viernes. Mientras en Remparts
me la ofrecían por menos. Misterios de la Santísima Trinidad.
Villa Mazarin te ofrece el mejor desayuno
de la zona. Tiene una tripulación amable y presta, lo acaban de arreglar.
Derrama lujo a lo francés: plástico. Ya sabe usted, llenarse de frasco de
perfume sin haberse metido en la tina para atizarse con jabón de Marsella. Si
no se fija le da el pego. Pero los muros de las gigantescas habitaciones son de
papel. Una desgracia para las románticas que todavía piensan que a los hoteles
se va solo a follar. Cuando los viajeros a lo que van fundamentalmente es a
dormir, leer y escribir. Volveré.
Remparts es otra cosa. Presume de lujo en
el castillo. Es menos plástico e igual de amabilidad. Debe probar su
restaurante asequible en la noche. El desayuno, informal en el café no vale lo
que cobran. Me dieron una habitación de bandera con un campo de futbol como cama.
Hubiera servido de campo de polvos y otros actos de gula si no fuera que tras
el arte de visualizar una cama de orgia, llegas a la conclusión que la cama del
Mazarin, moderna y sin menos espavientos es la que da mejor dormir.
Del resto, ¿qué quiere que le diga? No
puedo asegurarles que en la masificación del verano sigan derrochando los
servicios y simpatía que en Marzo de fresco me han dado. ¿Pero quien viaja en verano?
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