martes, 10 de febrero de 2009
No se pierda el acuario de Lisboa
No me pierdo uno. Es una adicción. Se de lo que hablo. Los lisboetas se han montado un acuario que merece la pena visitar. El sistema de tanques independientes, unidos uno al otro, que engañan el ojo dando el aspecto de un inmenso tanque, ofrece una perfecta imagen del mundo submarino. Ok, tiene como todos demasiados peces en el agua, pero usted ha pagado por ver variedad y no llevarse el chasco de contemplar los dos tiburones de turno que dan vueltas como posesos.
Pueden verse ejemplares hermosos de rayas, una manta de considerable dimensiones, pez piedra, algún tiburón atlántico, congrios, rodaballos, atunes, abadejo, merluzas, doradas, caballos de mar, morenas, y todo tipo de peces planos…
Buena luz, música adecuada, letreros claros
Solo eché de menos una buena colección de medusas. Imperdonable es no dedicarle un tanque a una buena banda de sardinas, el pez de Portugal. Que no es el bacalao, como todo el mundo piensa. Que este lo cocinan como nadie, si. Que no es de ellos, también. Hay que sacarlo muy lejos. Allá por Terranova, y ya casi no hay. Las sardinas, las de siempre pasan en mayor o menor cantidad todos los años delante de las playas de Portugal. Para matar el hambre de muchos.
Si las quiere ver, suba al acuario de A Coruña.
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