lunes, 15 de junio de 2009

Adiós Italia


Se acabaron los días. Hubo que volver a llenar la hucha de Euros. Abandonamos Italia por la frontera austriaca, para cambiar de aires. Autopista hermosa entre picos cubiertos de nieve. Saber donde esta Trento, el pueblo del concilio, y entender por qué les salió negro. Comprobar que el motor de Europa sigue siendo Alemania, a donde van todos los camiones….
Antes de cruzar la frontera paramos en la última gasolinera a repostar, y por aquello de que se anunciaba como Repsol. Allí nos encontramos una sorpresa agradable. Cuatro botellas de vino de cosechero por menos de 12 euros. ¿Malos? De eso nada. ¡Una delicia!. Malo fue no haber llenado la furgoneta con mas cajas. Nos atizamos las botellas del Primitivo con unos buenos salchichones picantes comprados en la misma estación de servicio, de arribada. Después de volar por las autopistas alemanas llenas de orden y coches. Todo seguía en su sitio. Menos las ganas de volver a partir.
Ya tenemos planes para las próximas escapadas. ¿Florencia?. ¿Otra vez a La Rochelle a comer las mejores Ille flotant del mundo? ¿O entramos en Granada? ¿Una semana en bote recorriendo los canales de Frisia? ¿Surfear entre Doniños , Xan Xurxo, Campelo? ¿Prior, Ortegal, o Raz de Nez?
Cuando acaba de leer el montón de guías que he adquirido en una librería de viejo les contare que salimos hacia el otro lado

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