jueves, 16 de julio de 2009
Lluvia por joder
Perdonen el exabrupto. Podría haber escrito lluvia por doquier. Una cursilada.
No me va la poesía de café con churros, que no me gusta. Mi ex-amigo Luis Mariño – lo de ex se lo debo a la ginebra y la muerte, que se lo llevaron por partes iguales, al cementerio- dividía a las hembras entre las que la tenían con sabor a mermelada de fresas – sus favoritas- o con sabor a limón con azúcar -a las que aborrecía-. Yo me quedo con mi hembra, que me sabe a miel, la mejor combinación entre dulce y agrio. Para consumirla con abundante devoción; sin que te mate el azúcar.
Pero sin desviarnos. A lo que iba, El café es siempre café. Y si es con algo es con croissant o ensaimada de Mallorca. Los churros, para quien les guste, con chocolate. Esa crema del disimulo con harina y empalago que te mata.
Matar me matara la lluvia ya que a este paso llega el invierno y no salió el verano ni el sol. Miramos a todas horas que dicen los inútiles del tiempo. Siguen poniendo cara de orgasmo cada vez que anuncian ventarrón. Se entiende que detrás de un anticiclón poco erotismo hay, e igual que las hembras, las más sabrosas son las que tienen una vena Borderline de borrasca. Pero tampoco hay que exagerar. ¿Un rayito de sol y un viento propicio para navegar?
Pues nada. Fuerte viento, con ráfagas fuerza 8, aguaceros, fuerte marejada....tu madre Eolo cabrón
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