domingo, 30 de agosto de 2009
Tradiciones y costumbres
Hay algunas cosas que no se pierden. Las costumbres. En llegando a cualquier puerto francés lo primero que hace este menda es dirigirse a la taberna del mismo y atizarse una Pelforth prieta, la mejor cerveza negra del mundo entero, y del mundial, con permiso de Elvira.
Da ánimos después de tanto traqueteo. Los optimistas dicen que es una bomba calórica. Los holandeses se la dan incluso a las madres después del parto para que se recuperen. Toda una metáfora lo del parto y la arribada.
A mi simplemente me sabe a gloria. Me combate algún mal de ojo que pudiera desearme el viaje al fondo del mar. Me sirve para sentarme y hacer la primera prospección antropológica de los parroquianos.
En La Rochelle hay que sentarse en el “Bistro du Port”. En el área proleta del puerto viejo. La vista es inmejorable. Los precios normales. El servicio rápido. Los locales, en mayoría….Disfrútela, si puede.
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