domingo, 28 de noviembre de 2010
Paris 12 Entre el espectáculo del Pompidou y el arte de las galerías
Fue uno de los primeros museo espectáculo que se levantaron en Europa. Todo un nuevo concepto para arrastrar las masas hacia la cultura. Era la democratización del arte según otros. Añádale la prostitución del buen gusto de la minoría. O lo que más le guste. Fue, en cualquier caso, un éxito rotundo. Desde aquella ha sido copiado por todos los rincones de la tierra.
El Pompidou enseña no solo una colección decente de arte moderno. Tiene brillantes exposiciones temporales. Muestra una de las mejores vistas aéreas de Paris. Tiene un buen restaurante. Una terraza donde declararle el amor eterno a la ninfa de turno para que esta jamás se olvide. Una inmejorable librería de arte. Un espectáculo exterior tan brillante como las mismas colecciones oficiales.
Siempre repleto de gente, masas que acuden en procesión a la llamada obligatoria de “lo que hay que ver”
Ver, lo que se dice ver, hay mucho mas. Ir de mirón, de galería en galería, es otra de las muchas actividades que se puede hacer para patear y tomarle el pulso cultural al Paris de los artista. Que los hay, a mazo. De todo tipo, raza y color. Hay cientos de galerías en las que puedes dejarte los ojos y de vez en cuando el alma. De pobres a pudientes. De ricos a obreros. De vanguardias derrotadas a vanguardias luminosas. De anti a pros. De cuentistas a narradores. De todo. Como en el bazar de la vida.
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