Los Países Bajos deberían llamarse bajísimos. Arrastrados. Sumideros. Barrancos arenosos donde desembocan las aguas de la Europa profunda. Un delta arenoso como otros muchos. Si hiciera calor se dedicarían al arroz. Como solo sopla viento frio se dedican a cultivar patatas de ínfima calidad, jachis, y demás plantas de invernadero. Lo de las flores no se lo crea mucho. Un espacio limitado. Arena salada detrás del dique que protege algunos metros del viento asesino.
Eso es la esencia de lo Países Bajos. El viento que siempre sopla con fuerza. Siempre de frente, siempre jodiendo. El viento que mueve molinos, veleros y dunas. Viento.
Deberían tener literatura sobre Eolo. Pero no tienen. Literatura. Nada. El viento que sopla no da para exprimir las neuronas. Solo dan para cantar salmos escritos por el alemán romántico en una iglesia castigada por la arena. Jodido viento...
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