domingo, 29 de mayo de 2011

Matarse a pajas


Las librerías modernas están vacías. De libros y lectores. Las llenan de otra cosa. Buscaba un manual para el mantenimiento de motores diesel marinizados. ¡Un tema apasionante! Necesario para las navegaciones venideras. No lo encontré.
Si estaba la última propuesta de pornografía chic de los niños de Taschen: La Petite Mort de Will Santillo. Da para mucho esto del hambre. Bajo la pretensión del interés por lo que piensan las mujeres mientras se tocan, los machos eyaculan contemplando sus orgasmos. Desconozco si a las mujeres también les excita la cosa. Habrá que preguntárselo. Preguntas tengo muchas. ¿Ninfas, se masturban ustedes siempre tan puestas? ¿De taconazos y perlas? ¿Son afrodisiacos? ¿Masturbarse de pie subida a unos manolos no es agotador?
Leo en los comentarios que publican los lectores de Liberation que también le dedica atención a la cosa, que esto es SM. Dios les conserve la vista. No pasa de pornografía inspirada en el insuperable Newton.
Preocupante es que sigan negándose a editar los textos en español. Dicen las malas lenguas que los hispanos mucho pico, pero poco oro. No se sabe si se refieren a que poco invierten en darle ganancias al editor, o es que simplemente, de sexo, ni las ganas. Con tantas preguntas me van a sacar las ganas.
Pues nada, que se lo compren, que viéndolo con su pareja seguro que da para que se les emocione el deseo, al fin y al cabo de lo que se trata.
¿Oiga, será que viajamos poco por las librerías vacías?

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