miércoles, 8 de junio de 2011
Destinos para navegantes con consorte mesetaria, montañesa, tierra adentro, y demás desgracias (h/m)
Reconozcámoslo. La equivocación podemos cometerla todos. Un mal día lo tiene cualquiera. Confundidos por las otras cualidades que posee nos perdimos en la marisma… También puede usted maltratarse: ¡menudo/a gilipollas por liarse con un/a del arado! No evitara en ningún caso la desgracia de tener que acudir todos los años a la fiesta de la siega y similares. Excelente para realizar un curso rápido de antropología primitiva y de paso atizarse con las rosquillas de anís de la prima Mari. Lo que no le resuelve el problema de como vacacionar marinero con el aplauso aprobatorio del/a consorte. Hace una semana tenia usted una oportunidad excelente. El puente de la Ascensión, en la Bretaña. Chupando menhires, perdones, crepes y demás maravillas. De disimulo, y ya que estamos tan cerca, irse pitando a la Semaine du Golf de Morbihan. ¡Contemple lo que se ha perdido! ¿Ganas? Apunte, dentro de dos años, otra vez en la semana de la Ascensión, en los mismos puertos, con las mismas corrientes.
Para ir entrenando, comunique al pueblo que este verano y como dios manda, se va usted a Holanda, que lo consorte quiere ir a patear los canales de Ámsterdam. Por allí, cerca de Rotterdam, no se pierda la Dutch Classic Yacht Regata - concentración de yates clásicos en el hermoso puerto de Hellevoetsluis. Ya lo sabe, la próxima, igualmente, dentro de dos años. Demasiado esperar.
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